Brasil autoriza la construcción de polémica hidroeléctrica en el Amazonas
La Central Belo Monte -la tercera en tamaño a nivel mundial- se ubicará sobre el río Xingu y contempla una capacidad instalada de más de 11.000 megavatios.
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El Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) concedió hoy la licencia para la construcción de la polémica central hidroeléctrica de Belo Monte sobre el amazónico río Xingu, rechazada por ecologistas e indígenas, que involucra una inversión superior a los US$ 15.000 millones.
El Ibama, ejecutor de las políticas ambientales del gobierno brasileño, concedió la autorización para que el consorcio Norte Energía (NESA) pueda construir la planta a cambio de apoyo a programas sociales y una inversión millonaria en áreas de conservación.
"La concesión de la licencia se ha caracterizado por un robusto análisis técnico y dio lugar a la incorporación de beneficios sociales y ambientales", informó Ibama en un comunicado.
La institución señaló que mantendrá un equipo en la región del río Xingu que vigilará la instalación de Belo Monte, que debe convertirse en la tercera mayor hidroeléctrica del mundo, y evaluará el cumplimiento de las condiciones.
Entre las condiciones previstas están acciones en salud, educación y saneamiento, así como una inversión de US$ 63 millones en seguridad pública en anticipo de un aumento de la población con la llegada de trabajadores a la planta.
La licencia exige también que las comunidades vecinas de Altamira y Vitória do Xingu cuenten con 100% de servicios de agua potable, alcantarillas y desecho de residuos sólidos, así como mejores condiciones de vivienda para pobladores en áreas propensas a inundaciones cercanas al Xingu.
Belo Monte se ubicará en el municipio de Altamira, en el Estado de Pará, a orillas del río Xingu, que es un importante afluente del Amazonas.
En materia ambiental, la licencia exige la preservación permanente de 500 metros de área de bosque alrededor de los dos reservorios de agua que se formarán con la represa y una inversión de US$ 63 millones en unidades de conservación aledañas al proyecto.
Con una capacidad instalada de más de 11.000 megavatios, Belo Monte es considerada por el gobierno crucial para el abastecimiento energético futuro de Brasil. Será la tercera en tamaño a nivel mundial luego de Tres Gargantas, en China, e Itaipú en la frontera entre Brasil y Paraguay.
Rechazo de ambientalistas
Ambientalistas han alertado que la planta provocará un desplazamiento de hasta 40.000 habitantes de la zona, por encima de los 19.000 calculados por el gobierno, y que trastornará la vida de los pobladores al destruir áreas boscosas, sacrificar especies de peces e interrumpir una ruta de tránsito por barco para comunidades vecinas.
Además advierten que los 11,2 gigavatios de energía adicionales que se obtendrán gracias a la central de Belo Monte costarán a Brasil más de 500 kilómetros cuadrados de selva talada e inundada.
Incluso han estimado que la represa podría extinguir a 372 especies de peces que habitan el río Xingu.