El Bundesbank (Banco Central) prevé un periodo difícil para
la coyuntura alemana en la segunda mitad del año ya que los datos económicos
disponibles muestran un comportamiento contenido en los meses de verano.
En su boletín mensual de agosto, publicado hoy, el Bundesbank
añadió que hay otros factores que van a lastrar la marcha de la economía
germana como los elevados precios de la energía y las presiones inflacionistas
derivadas de ellos, que reducen el consumo privado y la coyuntura en muchos
mercados a los que exporta Alemania.
El crecimiento de la economía alemana bajó en el segundo
trimestre del año un 0,5%, lo que supone el primer descenso del Producto
Interior Bruto (PIB) en cuatro años.
El informe añade que el clima empresarial y la confianza del
consumidor han empeorado notablemente.
El Bundesbank rechazó aplicar un programa de ayudas
financiadas con créditos para hacer frente al debilitamiento económico ya que
perjudicarían el presupuesto.
El presidente del Bundesbank, Axel Weber, pronosticó
recientemente que el PIB de Alemania crecerá un 2% en 2008 y un 1% en 2009.
Weber calificó de exagerado el temor a que la mayor economía
de la zona del euro entre en recesión.