Chrysler y altos funcionarios de Obama se reúnen para tratar reestructuración
La firma ya había solicitado US$ 5.000 millones en préstamos públicos, además de US$ 4.000 millones que ya recibió de Washington.
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Los principales directivos de Chrysler
se reunieron hoy en Washington con el equipo del Gobierno de Barack
Obama encargado de supervisar la reestructuración del sector automotor para tratar, entre otros temas, la concesión de ayudas.
Chrysler presentó el pasado 17 de febrero su plan de
reestructuración, en el que solicitó US$ 5.000 millones en
préstamos públicos además de los US$ 4.000 millones que ya ha recibido
de Washington.
Chrysler (controlada por las firmas Cerberus y Daimler) ha estado
utilizando ese dinero para mantener sus operaciones en
funcionamiento y ha advertido de que sin más préstamos tendrá que
declararse en suspensión de pagos.
Ayer, el presidente estadounidense, Barack Obama, criticó a
General Motors, Ford y Chrysler por lo que llamó "años de malas
decisiones" pero también alertó de que Washington no podía permitir
la desaparición de los fabricantes nacionales.
Medios de comunicación locales señalaron que por parte de
Chrysler acudieron a la reunión el presidente del consejo de
administración, Bob Nardelli, su vicepresidente, Tom LaSorda, y el
director financiero, Ron Kolka.
Por parte de la Administración Obama, se encontraba Steven
Rattner (nombrado el pasado lunes como asesor especial sobre el
sector del automóvil) además de funcionarios del departamento del
Tesoro y del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca.
Mañana está previsto que los tres principales ejecutivos de
General Motors (GM), empresa que ha solicitado hasta US$ 30.000 millones en ayudas, se reúnan con el equipo de Obama.
Precisamente el jueves, General Motors tiene previsto dar a
conocer sus resultados financieros de 2008, que según los
pronósticos sumirán al fabricante aún más en números rojos.