La economía británica se contraería un 3,5% en 2009, según afirmó hoy el ministro de Economía,
Alistair Darling, al presentar ante el Parlamento los presupuestos
para el próximo año fiscal (de abril a marzo).
La cifra sería la peor desde el final de la II Guerra Mundial y es
consecuencia de una recesión que, según Darling, podrá ser superada
gracias a las medidas presupuestarias que propone el Gobierno.
"Mi pronóstico es que el retroceso del PIB para el conjunto del
año será del 3,5%, en la línea de otros pronósticos independientes",
dijo Darling, quien aventuró que la recuperación llegará en 2010.
"Pronostico un crecimiento del 1,25% en 2010", anunció el secretario de Estado, quien declaró que ese crecimiento se cimentará en "una
expansión de la inversión en empresas de las industrias del futuro,
como las de bajas emisiones de gases contaminantes, la
manufactureras más avanzadas y las telecomunicaciones".
El Producto Interior Bruto (PIB) de 2010 será positivo, pero
Darling consideró que las primeras señales de crecimiento empezarán
a verse "hacia finales" de 2009, un año duro, pero en el que "la
economía británica sufrirá menos que Alemania, menos que Japón,
menos que Italia y menos que el conjunto de la zona euro".
En 2011, concluyó Darling, la recuperación será un hecho, con una
tasa de crecimiento del PIB en torno al 3,5%, para
consolidarse en los años siguientes en torno al 2,75%.
El ministro culpó a "la profunda recesión global" del mal estado
de las cuentas públicas, cuyas cifras negativas sobre deuda, déficit
y desempleo han alcanzado cotas récord, según los datos difundidos
hoy por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).