China sancionó a las filiales estadounidenses del gigante naviero surcoreano Hanwha Ocean y amenazó con adoptar más medidas de represalia contra el sector, en el último episodio de una serie de agravios recíprocos mientras Beijing y Washington buscan ganar influencia antes de las esperadas conversaciones comerciales.
Las sanciones, que afectan a cinco filiales de Hanwha Ocean en Estados Unidos, provocaron una caída en las bolsas mundiales el martes, ya que los inversionistas redujeron sus expectativas de una distensión entre las dos mayores economías del mundo. Las acciones de Hanwha Ocean cayeron hasta 8%, mientras que los títulos de los astilleros chinos subieron.
Las medidas de China intensifican una larga disputa con Estados Unidos por el dominio marítimo. Ambas partes ya habían impuesto tasas portuarias especiales a los buques del otro, mientras que Washington ha sumado a sus aliados -especialmente a Corea del Sur- a su esfuerzo por revivir una industria naval estadounidense prácticamente inactiva.
El transporte marítimo, que facilita alrededor de 80% del comercio global, es solo uno de los múltiples puntos de fricción en la relación entre China y EEUU que han mantenido en vilo a los inversionistas globales en los últimos días. Beijing ha endurecido los controles a la exportación de tierras raras, mientras que Washington amplió las restricciones al acceso de China a chips y amenazó al país con nuevos aranceles de 100%.
Aunque funcionarios de ambos gobiernos insisten en que continúan dialogando, no está claro si podrán alcanzar una tregua antes de la cumbre prevista entre Donald Trump y Xi Jinping. Un riesgo para Xi es que las nuevas medidas de China sobre tierras raras y transporte marítimo -que afectan gran parte de la cadena global de suministro- podrían llevar a países como Corea del Sur a alinearse con EEUU para presionar a Beijing.
En sus anuncios del martes, China dijo que estaba analizando el impacto de la investigación de la Sección 301 de la Oficina del Representante Comercial de EEUU sobre el sector marítimo del país y podría aplicar más respuestas. Las filiales de Hanwha Ocean ayudaron y apoyaron las actividades investigativas del gobierno estadounidense, poniendo en riesgo la soberanía, seguridad e intereses de desarrollo de China, según un comunicado del Ministerio de Comercio.
Durante la última década, los astilleros chinos han superado a sus pares surcoreanos y japoneses para convertirse en los principales fabricantes de buques del mundo, mientras la industria estadounidense permanecía casi inexistente. El impulso de la administración de Trump para reactivar la construcción naval en EEUU ofreció a los actores surcoreanos una oportunidad para expandir su influencia. Seúl se comprometió a aportar US$ 150 mil millones en conocimiento e inversiones para apoyar las ambiciones estadounidenses en el sector.
En marzo, mientras Washington deliberaba sobre las medidas finales contra el poderío marítimo chino, Hanwha Shipping presentó comentarios públicos al representante comercial Jamieson Greer en apoyo de la investigación.
Las cinco empresas incluidas en la lista negra por China este martes son Hanwha Shipping, Hanwha Philly Shipyard, Hanwha Ocean USA International, Hanwha Shipping Holdings y HS USA Holdings.
Portavoces de Hanwha Ocean en Seúl y de Hanwha USA no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.