Crisis geopolíticas amenazan la recuperación económica global
Los conflictos en India, Rusia e Irak han puesto en jaque la confianza de los inversionistas.
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Las crisis geopolíticas estallaron con una frecuencia preocupante este año, erosionando la confianza económica y la de las empresas justo cuando estaban empezando a aparecer señales de crecimiento sostenido. El último golpe vino de Irak, donde militantes del Estado Islámico de Irak y al-Sham (ISIS, su sigla en inglés) tomaron control de ciudades en el norte y el centro del país.
El avance de ISIS hasta ahora ha elevado los precios del petróleo europeo por arriba de US$ 4 el barril en cosa de días. Un alza prolongada de los precios del petróleo sería doblemente peligroso para la economía global: desalentaría a las empresas y el gasto de los consumidores, y limitaría las nuevas inversiones.
La violencia en Irak sigue a la crisis entre Rusia y el Occidente sobre Ucrania, y la guerra civil que continúa en Siria, que hasta ahora ha costado la vida de casi 150.000 personas. Mientras tanto, a fines de mayo, el Ejército tailandés realizó un golpe militar, y ahora va a gobernar hasta que decidan devolverle el poder al gobierno electo.
Aún en las democracias estables en Europa Occidental, las elecciones recientes del Parlamento Europeo produjeron victorias tormentosas para los partidos de derecha que apelaron al miedo de los votantes por la economía y el sentimiento anti-inmigración.
Fuera de estos puntos problemáticos, la mayoría de las economías avanzadas han estado mostrando un impulso económico mayor en meses recientes, la primera real evidencia de esto desde la recesión global de 2008-2009.
Pronóstico global
La economía de Alemania se mantiene como baluarte de Europa; la creación de empleos y la confianza de los consumidores en Estados Unidos ha sido fuerte; Japón creció a un ritmo excepcional en el primer semestre; y la economía de Reino Unido se fortalece rápidamente.
Sin embargo, el hecho de que otros países desarrollados, como Francia e Italia, ahora están moviéndose apenas significa que estas señales de progreso vienen con una advertencia familiar: las condiciones se mantienen frágiles y cualquier tipo de desarrollo no bienvenido, como un alza en el precio del petróleo originada en Irak, podría devolver el crecimiento de la economía global a un nivel más lento.
El fortalecimiento en conjunto de las economías desarrolladas no se refleja en los mercados emergentes. La economía china todavía debería crecer por más de 7% este año, pero la actividad ha sido en general mediocre en 2014, con las propiedades y los sectores financieros en las sombras aumentando el riesgo de una desaceleración más pronunciada.
La pérdida de la confianza de los inversionistas y el efecto dominó de las sanciones de Occidente han puesto la economía de Rusia en riesgo de recesión, mientras que India necesita decisiones urgentes del nuevo gobierno después de dos años de un rendimiento bajo. Pese que nuestro pronóstico para la economía global se mantiene casi sin modificaciones, hemos bajado el de EEUU de 2,5% a 2,2% este año, luego de la contracción en el primer trimestre. La reducción ha sido en parte compensada por un aumento en la estimación para el crecimiento japonés, que elevamos a 1,8%. Permanecemos confiados en que, en combinación con una continua gran contribución de China, el crecimiento de la economía global se acelerará en 2014, a 2,6% a tipos de cambio de mercado, desde 2,1% en 2013.
Nuestra visión preliminar es que las acciones del Banco Central Europeo (BCE), a pesar de ser bienvenidas, probablemente no podrán proveer un impulso significativo ni a los niveles de precios ni a la actividad económica en toda la zona euro. En general, la región continúa siendo empujada hacia abajo por los altos niveles de deuda, y una elevada tasa de desempleo (11,7% en promedio en abril), y una falta de crédito a medida que los bancos continúan restringiendo los préstamos.
Economías emergentes
Latinoamérica enfrenta otro año decepcionante. Luego de un crecimiento de sólo 2,7% en 2013, esperamos una desaceleración en 2014, a 2,4%. En Brasil, que corresponde al 40% del Producto Interno Bruto regional, las restricciones de la oferta interna que se acumularon durante el período de crecimiento de la década anterior se han convertido en algo determinante, con los mercados laborales restringidos y los problemas de infraestructura creando atochamientos y alimentando así la inflación.
Hemos reducido nuestro pronóstico para el crecimiento de México en 2014 a 3%, desde 2,4% previamente, tras un débil primer semestre. En otros lugares, sobre todo Argentina y Venezuela, las pobres decisiones políticas son los principales riesgos a la baja de las estimaciones de crecimiento.