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Reino Unido se debate delante de la puerta de salida de la Unión Europea

La posible partida del país, conocida como “Brexit”, ha sido un tema particularmente “candente”, con consecuencias económicas y políticas.

Por: | Publicado: Miércoles 19 de noviembre de 2014 a las 05:00 hrs.
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A principios de 2013, el primer ministro David Cameron prometió un referendo para definir la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, si ganaba las elecciones generales de mayo de 2015. Desde entonces, la posible salida del Reino Unido, conocida como "Brexit", ha sido un tema particularmente "candente", con consecuencias económicas y políticas potencialmente enormes.

El ascenso del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), que se opone a la permanencia del Reino Unido en la UE, está en el centro del debate. Cameron ha tratado de responder al desafío del UKIP abogando por un freno a la inmigración de la UE. El "punto álgido" más reciente fue un artículo en la revista alemana Der Spiegel en el que se aseguraba que la canciller Angela Merkel habría dicho a Cameron que las restricciones a los principios fundamentales, como la libre circulación de la mano de obra, eran inaceptables, incluso si la consecuencia era la salida de Reino Unido de la UE.

Así que ¿qué tan probable es un referendo "dentro/fuera" sobre la adhesión a la UE? A juzgar por las recientes encuestas de opinión del Reino Unido, Cameron no lograría en mayo próximo la mayoría absoluta que se requiere para hacer el referendo. Un promedio de encuestas publicadas durante tres semanas al 6 de noviembre, por ejemplo, sugiere un parlamento "estancado", donde ningún partido tiene el control total. La ventaja del Partido Laborista sobre los conservadores se ha reducido a tan sólo un punto porcentual (33% versus 32%), junto al bajo apoyo personal para el líder del partido, Ed Miliband. UKIP, por su parte, cuenta con el 16% de los votos y los demócratas liberales con el 8%. Cameron ha declarado que no entrará en coalición sin la promesa de su socio de un referendo.

Por supuesto, como en la vida, encontrar una pareja adecuada puede no ser sencillo. Los demócratas liberales también abogan por una UE reformada, pero se oponen a negociar bajo la amenaza de una salida. UKIP, por su parte, está ganando impulso rápidamente, pero el partido no se ha probado en una elección general. Si la búsqueda de un socio resulta imposible para Cameron, puede optar por hacerse a un lado (o ser empujado).

Un referéndum es más probable

Fallar a la hora de formar un nuevo gobierno de coalición probablemente apuntaría a un período de gobierno en minoría, resultando en la convocatoria de unas elecciones generales anticipadas. Tal acción significaría en la práctica un mandato por parte del público para una votación sobre la pertenencia del Reino Unido de la UE.

Esta línea de acción se ha vuelto más difícil desde la introducción de períodos parlamentarios fijos (de cinco años), aunque la Ley de Parlamentos de Plazo Fijo (2011) permite elecciones generales anticipadas en dos circunstancias. En primer lugar, si la propuesta de una elección anticipada se acordó por al menos dos tercios de toda la Cámara; o segundo, si se aprueba una moción de censura.

Cualquiera de las dos opciones parece posible dada la magnitud del debate sobre la UE en el Reino Unido. Pero la última parece especialmente relevante. Por ejemplo, sin gobierno de coalición, los conservadores podrían buscar el apoyo de la oposición para la legislación del referéndum y si esto no llega a  materializarse, podrían convertir el tema en un voto de confianza.

En efecto, esto colocaría la responsabilidad en los laboristas, por ejemplo, que correrían el riesgo de desencadenar una elección anticipada, debido a la negativa a conceder el referendo que el público querría. La celebración de un referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido en la UE en el próximo parlamento, por lo tanto, parece más probable.

Originalmente, la razón para la decisión de Cameron de convocar un referendo sobre la membresía se centró en el tema de la integración europea y un mercado único europeo incompleto.

En diciembre de 2011, Cameron usó el veto del Reino Unido para bloquear el llamado "compacto fiscal" que buscaba mejorar la estabilidad presupuestaria europea, acordada por casi todos los miembros de la UE durante el punto más tenso de la crisis soberana de deuda. En términos completamente políticos, por supuesto, la llamada para un referendo fue diseñada para calmar a los euroescépticos y al mismo tiempo para desafiar al UKIP.

Sin embargo, sigue siendo cierto que el mercado único ofrece muchos beneficios económicos. Entre los más importantes está ser parte del mayor bloque comercial del mundo sin impuestos o aranceles aduaneros, junto con grandes flujos de inversión extranjera directa, que ofrecen un impulso al empleo.

Estos beneficios de la membresía justifican un esfuerzo por una UE reformada. Por ejemplo, los beneficios que le ofrecen a la economía británica una mejor opción de alcanzar un crecimiento económico equilibrado (lejos del sector servicios orientado domésticamente) en el largo plazo.

Áreas clave para la negociación incluyen devolver más poderes a los Estados miembros en vez de que vayan a Bruselas y menos papeleo "y por lo tanto mayor competitividad) para que las empresas puedan aprovechar completamente el mercado único.

Claramente, esto no será fácil. Pero incluso en este delicado momento para las relaciones Reino Unido-UE, no faltan áreas de terreno común. Por ejemplo, en el polémico tema de libre movimiento del trabajo dentro del mercado único, Cameron básicamente apoya el libre movimiento para ocupar un trabajo, pero no para recibir beneficios gratuitos de seguridad social, una posición que Merkel reconoce ampliamente. Un acuerdo aún es posible que permita a Cameron al menos presentar un referendo "dentro/fuera" bajo una luz más positiva.

Sin embargo, el público británico tendría la última palabra en un referendo sobre la membresía. A pesar de las olas de publicidad negativa en estos momentos, un voto para salir de la UE no es una conclusión inevitable. Las preocupaciones entre el público sobre las potenciales consecuencias de una salida de la UE sobre los empleos y un crecimiento económico más amplio podría ser razón suficiente para mantener el status quo. En este caso, el Reino Unido seguiría como miembro. Como están las cosas, The Economist Intelligence Unit cree que la permanencia del Reino Unido es probable.

Esto refleja una combinación de factores positivos que favorecen una continuación de la membresía, junto con los temores a lo desconocido. Sin embargo, los acontecimientos políticos les darán forma a esta visión en el futuro. Si los recientes éxitos en elecciones parciales del UKIP pueden sostenerse hasta la elección general del próximo año -y esto alimenta aún más el sentimiento anti-UE entre el público- entonces hay pocas dudas de que el país está siendo empujado más cerca de la salida.

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