Por Constanza Morales H.
La recuperación en EEUU sorprendió ayer con un crecimiento mayor al esperado, luego de que el repunte en los inventarios compensara un enfriamiento del consumo.

El PIB se aceleró a una tasa anualizada de 1,7% entre abril y junio, luego de un avance de 1,1% en los primeros tres meses, informó ayer el Departamento de Comercio. Los analistas esperaban una expansión de apenas 1%. Las cifras del primer trimestre, en tanto, fueron revisadas a la baja, desde el 1,8% estimado originalmente.
Pese al incremento, los analistas consideran que cualquier expansión por debajo de 2,0% sigue siendo insuficiente para impulsar una fuerte recuperación del mercado laboral. De todos modos, destacan que las últimas cifras representan una buena base para apoyar la reactivación en el segundo semestre, cuando el impacto del ajuste fiscal impulsado por el gobierno se sentiría menos sobre el PIB.
“La perspectiva para la segunda mitad del año es que el crecimiento se vuelva más fuerte a medida que la carga fiscal disminuya”, comentó a Bloomberg Harm Bandholz, economista jefe para Estados Unidos de UniCredit Group.
También la Reserva Federal proyectó ayer tras su reunión de política monetaria una consolidación del repunte en los próximos meses.
Crecimiento sin consumo
Aunque las cifras fueron destacadas por los expertos, el actual repunte no está siendo impulsado por el gasto de los consumidores, que normalmente representa dos tercios de la economía estadounidense, y que es clave para una recuperación sólida. El consumo privado, de hecho, se desaceleró de 2,3% entre enero y marzo a 1,8%, lo que se explicaría por los persistentes efectos de las alzas de impuestos de comienzos de año.
“Tenemos una economía que se está recuperando de casi un estancamiento en el cuarto trimestre del año pasado. El consumidor parece resiliente, aunque un poco débil”, agregó Bandholz.
La reconstrucción de los inventarios de las empresas y el mercado inmobiliario destacaron como los factores que apoyaron la recuperación, con cada uno añadiendo 0,4 punto porcentual al PIB.
Sin embargo, las expectativas de un repunte en el gasto de los hogares están aumentando, y las empresas ya estarían elevando la contratación anticipándose a ese escenario.
Según las últimas cifras del instituto ADP las compañías estadounidenses aumentaron sus contrataciones a su mayor nivel en julio. El sector privado añadió 200 mil puestos, tras un avance corregido al alza de 198 mil trabajos en junio. Esto eleva las expectativas para la cifra oficial que se publica mañana. “El mercado laboral ha soportado de forma admirable los vientos fiscales en contra”, afirmó Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics.
Menor inflación
Pero en medio de la debilidad del consumo, el riesgo de deflación preocupa. El IPC se mantuvo plano en el segundo trimestre, y el índice principal de precios de gasto del consumidor subió a un ritmo anualizado de 0,8%, lejos de la meta de 2%.
Fed mantendría estímulo preocupada por deflación. En su última reunión de política monetaria reconoció amenazas para sector inmobiliario
Además, rebajó su evaluación de la economía estadounidense de "moderada" a "modesta".

Pocas horas después de que se anunciara que Estados Unidos había crecido más de lo esperado en el segundo trimestre, la Reserva Federal afirmó que la economía sigue recuperándose pero que todavía necesita ayuda.
Luego de la reunión de política monetaria de dos días, la Fed emitió ayer un comunicado en el que aseguró que mantendrá la compra mensual de activos por US$ 85 mil millones y no entregó ninguna señal de que comenzaría a reducir su estímulo en septiembre, como estimaban algunos analistas.
El banco central realizó tres cambios fundamentales respecto de su anterior declaración, que según los analistas revelaron una postura más inclinada hacia continuar con el alivio monetario.
En primer lugar, el organismo rebajó ligeramente su visión sobre la recuperación, al decir que la economía "se expandió a un ritmo modesto durante la primera mitad del año". Previamente había descrito la expansión como "moderada".
En segundo lugar, el banco aludió a la reciente alza en las tasas de interés al manifestar que el mercado inmobiliario se había "fortalecido, pero las tasas hipotecarias han subido un poco", lo que podría ser un potencial obstáculo para la recuperación del sector.
Por esto mismo, la Fed "reafirmó su visión" de que las tasas deberán mantenerse en su mínimo histórico por un tiempo considerable después de que termine su programa de compra de activos.
En tercer lugar, y quizás el punto más importante, el ente emisor se refirió a los riesgos de que los precios se mantengan bajos por mucho tiempo.
"El comité reconoce que la inflación persistentemente por debajo de su objetivo de 2% podría representar un riesgo para el desempeño económico, pero anticipa que la inflación se moverá de nuevo hacia su meta en el mediano plazo", se leía en el comunicado del Comité Federal de Mercado Abierto.
El Departamento de Comercio informó ayer que entre abril y junio el índice principal de precios de gasto del consumidor cayó a 0,8%, frente a 1,4% anotado el trimestre anterior.
"Si bien el tono general de la declaración es ligeramente más orientado hacia el estímulo, no la vemos como un factor que cambiará el juego en la perspectiva para la política monetaria", afirmó Aneta Markowska, economista jefa para EEUU de Société Générale. Por esto, la opción de reducir las compras en septiembre se mantiene.