Bruselas/Londres
Bruselas planea eliminar la prohibición de los motores de combustión de la Unión Europea para 2035, lo que permitirá a los fabricantes de automóviles seguir produciendo un número limitado de vehículos de gasolina y diésel después de la fecha prevista de su entrada en vigor.
La prohibición original obligaba a los fabricantes de autos a reducir a cero la producción de todos los vehículos con motor de combustión a 2035.
Sin embargo, según una revisión de la ley que la Comisión Europea propondrá el martes, los fabricantes de automóviles europeos podrán reducir las emisiones hasta el 10% de los niveles de 2021, siempre que cumplan ciertas condiciones.
Según dos funcionarios involucrados en las conversaciones, éstas podrían incluir el uso de acero verde para la producción de vehículos.
El bloque también podría permitir que los vehículos eléctricos utilicen extensores de autonomía (pequeños motores de combustible de reserva), cuya prohibición estaba prevista para 2035.
Sin embargo, las condiciones aún están siendo debatidas por las autoridades antes de la presentación de la propuesta, y cualquier cambio deberá ser aprobado por los gobiernos de la UE y el Parlamento Europeo antes de convertirse en ley.
Gobiernos como Alemania e Italia han sido muy críticos con la prohibición, y el canciller alemán declaró el viernes que apoyaba su flexibilización. “La realidad es que seguirá habiendo millones de autos con motor de combustión en todo el mundo en 2035, 2040 y 2050”.
Apoyo a la flexibilización
La prohibición de los motores de combustión de la UE se consideraba un elemento clave de la legislación climática del Pacto Verde Europeo.
Los fabricantes de automóviles presionaron fuertemente en contra, argumentando que les sería imposible cumplir con la prohibición debido a la lenta adopción de vehículos eléctricos y a la deficiente infraestructura de carga.
Gobiernos como Alemania e Italia también han sido muy críticos con la prohibición, y el canciller alemán, Friedrich Merz, declaró el viernes que apoyaba su flexibilización. “La realidad es que seguirá habiendo millones de autos con motor de combustión en todo el mundo en 2035, 2040 y 2050”, declaró.
La medida de la UE podría aumentar la presión sobre el Gobierno laborista británico para que siga el ejemplo, incluso cuando el Reino Unido ha declarado que no diluirá sus propios planes de trasladar todas las ventas de autos nuevos a vehículos eléctricos a partir de 2035.
Otros países, como España y Francia, han apoyado la aplicación de la prohibición en el bloque. En un documento conjunto publicado en octubre, París y Madrid afirmaron que la medida propuesta “no debe cuestionarse” y que el futuro de la industria automovilística europea “será eléctrico”.
Sin embargo, ambos países abogaron por cierta flexibilidad, como los “supercréditos” para los autos fabricados con materiales europeos, con el fin de aliviar la presión sobre la industria, que también se enfrenta a la afluencia de vehículos eléctricos chinos baratos y a los altos precios de la energía.
La comisión debía revisar las normas el próximo año, pero adelantó la revisión debido a la presión de la industria. Declinó hacer comentarios sobre las conversaciones.
Alza en las ventas
Los cambios se producen incluso cuando las ventas de vehículos eléctricos en la UE han aumentado un 26% entre enero y octubre de este año, lo que representa el 16% del mercado de autos nuevos, según la asociación europea de la industria automovilística, Acea.
Este fuerte crecimiento se ha visto impulsado por modelos más asequibles de fabricantes europeos y chinos.
Los grupos ecologistas han argumentado que eliminar la prohibición de 2035 ahora ampliaría la brecha entre Occidente y China, que ha impulsado la transición hacia los vehículos eléctricos.
“Eliminar la prohibición sería un grave error para Europa”, declaró Simone Tagliapietra, investigador principal del grupo de expertos Bruegel, con sede en Bruselas.
“No ayudaría mucho a los fabricantes de automóviles, ya que la electrificación es el futuro de la industria, y socavaría gravemente lo que queda de la reputación de Europa como líder mundial en materia climática”.
Sin embargo, fabricantes como BMW, Renault y Stellantis han argumentado que el ritmo de transición ha sido más lento de lo previsto, mientras que la industria se encuentra bajo presión adicional, ya que los vehículos eléctricos generan menos beneficios que los modelos tradicionales con motor de combustión.
Thomas Schäfer, director ejecutivo de la marca Volkswagen, insistió en que “el futuro es eléctrico”, en una intervención en Barcelona el viernes. “En el camino hacia ello, se necesita un poco más de flexibilidad para garantizar que se pueda ofrecer lo que los clientes realmente desean”.