Los fabricantes de chips de China buscan triplicar la producción nacional total de procesadores de inteligencia artificial (IA) el próximo año, mientras Beijing compite con Estados Unidos por desarrollar la IA más avanzada.
Una planta de fabricación dedicada a producir procesadores de IA de Huawei comenzará operaciones a fines de este año, mientras que otras dos tienen previsto iniciar producción el próximo año, según dos personas con conocimiento de los planes.
Aunque estas nuevas fábricas están diseñadas específicamente para respaldar a Huawei, no está claro quién es su propietario. Huawei negó tener planes de lanzar sus propias plantas y no entregó más detalles.
Las empresas chinas también compiten por desarrollar la próxima generación de chips de IA adaptables a un estándar promovido por DeepSeek, que ha surgido como la principal startup de IA del país.
Los últimos productos de Huawei son vistos como algunos de los que cumplirían con los requisitos de DeepSeek.
La capacidad combinada de estas tres nuevas plantas, una vez que estén a plena producción, podría superar la producción total actual de líneas similares en Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), la principal fundición de China, según las personas consultadas.
Añadieron que SMIC también planea duplicar el próximo año su capacidad para fabricar chips de 7 nanómetros —el tipo más avanzado producido en masa en China—. Huawei es actualmente el mayor cliente de SMIC para este tipo de procesadores.
Como resultado, diseñadores de chips chinos más pequeños como Cambricon, MetaX y Biren podrán acceder a asignaciones mucho mayores de la capacidad de SMIC, impulsando la competencia en un mercado chino de rápido crecimiento tras la salida de Nvidia debido a las restricciones de exportación de EEUU.
Los semiconductores están en el centro de las tensiones comerciales entre Beijing y Washington. EEUU ha restringido el acceso a los principales procesadores de IA fabricados por el líder global Nvidia, en un esfuerzo por frenar el desarrollo de la IA en China.
“La producción nacional no será un problema por mucho tiempo, especialmente con toda la capacidad que entrará en funcionamiento el próximo año”, dijo un ejecutivo de un fabricante chino de chips.
DeepSeek anunció la semana pasada que sus modelos ya estaban utilizando un tipo de formato de datos FP8, diseñado para adaptarse a la próxima generación de chips nacionales, sin especificar de qué proveedor.
Las acciones de empresas chinas de semiconductores que cotizan en bolsa, como Cambricon y SMIC, subieron tras el anuncio.
El Huawei 910D y el Cambricon 690 son vistos como productos líderes diseñados para apoyar los estándares preferidos de DeepSeek, mientras que múltiples fabricantes chinos más pequeños también están acelerando el desarrollo de sus propias versiones.
DeepSeek eligió este formato de datos porque aumenta la eficiencia del hardware, a costa de la precisión, lo que podría abrir un camino para que los actores chinos de IA compitan con rivales internacionales, incluso si sus chips están varias generaciones detrás de los más avanzados de Nvidia.
“Si logramos desarrollar y optimizar estos chips chinos para entrenar y ejecutar modelos chinos en un ecosistema chino en constante evolución, algún día veremos este cambio como un momento DeepSeek aún más significativo”, dijo el ejecutivo de un fabricante de chips. “Esta alineación sin precedentes podría compensar nuestras capacidades de hardware menos avanzadas”.
Sin embargo, un esfuerzo de este tipo requeriría una colaboración de varios años entre los fabricantes de chips de cómputo y quienes producen hardware para memoria y conectividad, así como las herramientas de software necesarias para soportarlos.
China también está avanzando en otras áreas críticas, como los chips de memoria, actualmente dominados por Samsung, SK Hynix y Micron, todos sujetos a controles de exportación de EE.UU.
El líder chino CXMT está probando muestras de productos de memoria de gran ancho de banda “HBM3” con el objetivo de lanzarlos el próximo año, según dos personas con conocimiento del asunto. El producto está solo una generación por detrás de los chips de memoria más avanzados utilizados en los procesadores de Nvidia.
Si bien DeepSeek ha hecho trabajos preliminares con chips chinos en pequeñas muestras, para demostrar que son técnicamente viables, el entrenamiento actual de sus modelos se realiza en clústeres de chips Nvidia, informó el Financial Times. Esto podría cambiar una vez que más chips nacionales chinos logren adaptarse a su estándar y mejoren su rendimiento.
“La necesidad engendra innovación”, dijo un inversionista en varias startups chinas de semiconductores y modelos de lenguaje. “Las compañías de Silicon Valley ni siquiera se molestan en hacer lo que DeepSeek está haciendo, porque pueden obtener tantos chips avanzados de Nvidia como quieran”.
Beijing está entregando un importante respaldo político y financiero a estos avances. El Consejo de Estado llamó esta semana a una mayor adopción de la IA en el país, así como al “desarrollo integrado y coordinado de la investigación y desarrollo de tecnologías impulsadas por IA, su implementación de ingeniería y la comercialización de productos”.
Cambricon, que cotiza en Shanghái, recibió aprobación este año para recaudar unos US$ 600 millones. Otras cuatro empresas chinas de chips de IA más pequeñas, entre ellas Biren y MetaX, buscan salir a bolsa a fines de este año, tras haber levantado en conjunto unos US$ 3.000 millones en rondas previas a su IPO.
Si tienen éxito, el impulso por crear una alineación entre las compañías chinas de hardware y software de IA podría responder al llamado del fundador de DeepSeek, Liang Wenfeng, de desafiar el liderazgo global de Nvidia.
“El liderazgo de Nvidia no fue creado por una sola compañía, sino por un esfuerzo colaborativo de toda la comunidad e industria occidental”, dijo Liang a medios chinos el año pasado. “El desarrollo de la IA en China necesita el mismo ecosistema. China necesita que alguien se ponga a la vanguardia de este desarrollo”.
SMIC, Cambricon, DeepSeek, CXMT, Biren y MetaX no respondieron a la solicitud de comentarios del Financial Times.