Las empresas chinas tendrán que empezar a aportar a los planes de pensiones de sus empleados a partir de esta semana, mientras Beijing presiona a las empresas para que asuman la factura del envejecimiento de la población.
Muchos trabajadores aceptaron hace tiempo eximir a los empleadores del pago de lo que deberían ser contribuciones obligatorias a las pensiones, a cambio de salarios más altos por adelantado.
Sin embargo, el Tribunal Popular Supremo de China prohibió el mes pasado estas prácticas a partir de septiembre. Wu Jingli, juez presidente adjunto, afirmó que su fallo impediría que los empresarios exploten su poder de negociación y “abordaría activamente el problema del envejecimiento de la población”.
El sistema de pensiones de China se ha visto sometido a una gran presión en los últimos años debido a la disminución de la población en edad laboral y la mayor expectativa de vida.
Los pagos al fondo central de seguridad social, impulsados por subsidios gubernamentales, aumentaron 5,2% en 2024, alcanzando 11,9 billones (millones de millones) de yuanes (US$ 1,7 billones). Sin embargo, el año pasado, los pagos totales de pensiones aumentaron a un ritmo más rápido, de 7%.
Mientras tanto, solo un tercio de la población activa china, de 734 millones de personas, realizó cotizaciones completas al seguro social en 2024, según cálculos de Financial Times basados en estadísticas oficiales. Expertos y empresas advirtieron que la aplicación repentina de las cotizaciones perjudicaría a los empleadores, que afirman no poder afrontar los costos adicionales en un contexto de desaceleración del crecimiento económico y un bajo consumo.
Jacky Zhou, gerente de un restaurante en Shenzhen especializado en luosifen (una sopa de fideos con caracoles de río de la región suroeste de Guangxi), explicó que el aumento de los costos laborales ya había obligado a su empleador a cerrar dos locales. Ahora, la oficina local de seguridad social exige el pago de las cotizaciones impagas de los últimos seis meses de 2024, añadió.
La empresa planeaba trasladarse a Nanning, capital de Guangxi, donde los costos de mano de obra y alquiler son considerablemente más bajos.
“Para una pequeña empresa, alcanzar el punto de equilibrio es suficiente hoy en día”, dijo Zhou. “Pero cuando se produce un aumento repentino de costos como este, resulta demasiado agotador simplemente mantener las puertas abiertas”.
Históricamente, el gobierno ha cubierto la diferencia entre las contribuciones y los pagos de pensiones.
No obstante, los gobiernos locales se vieron sometidos a una creciente presión fiscal tras una caída en la venta de terrenos, que redujo una de sus principales fuentes de ingresos. El gobierno central también financia programas de estímulo, como subsidios por nacimiento y bienes de consumo, implementados este año.
Yao, gerente de una fábrica de partes de auto en la provincia oriental de Zhejiang, explicó que ahora debe pagar 770 yuanes por cada uno de sus doce empleados, además de sus salarios mensuales de 4 mil yuanes, lo que “aumentó significativamente los costos” para su negocio.
Los trabajadores, que debían aportar 385 yuanes de sus salarios, “tampoco querían pagar”, añadió.
Algunas empresas respondieron recortando personal y contratando a trabajadores a medio tiempo, que no cumplen los requisitos para acceder a la seguridad social. Otras, como McDonald's, están reincorporando a jubilados, quienes están exentos de cotizaciones.
En un comunicado, McDonald's afirmó contar con un modelo de empleo flexible y diverso, y añadió que “la contratación de jubilados existe desde hace tiempo y que la empresa ofrece compensación y seguro comercial conforme a la normativa del gobierno chino”.
En Shanghái, el dueño de un restaurante japonés de apellido Yu dijo que estaba reclasificando los contratos de los trabajadores como jornada parcial, una medida técnica que les permitiría ganar lo mismo y evitar el pago de la pensión. “Es la única manera de eludir las cotizaciones obligatorias a la seguridad social”, afirmó.
Yu señaló que, dado que las pensiones estaban vinculadas al registro familiar de los trabajadores, cotizar al sistema tenía poco sentido para los trabajadores migrantes. “La mayoría no se quedará en Shanghái 25 años para recibir la pensión, así que prefieren recibir más dinero”, explicó.
“China tendrá que hacer malabares para mejorar la red de seguridad social y los derechos laborales con la consecuencia imprevista de una reducción temporal del empleo a tiempo completo”, afirmó Kelvin Lam, economista senior de China+ en Pantheon Macroeconomics.
He Bin, exsubdirector del centro de investigación de políticas públicas de la Academia China de Ciencias Sociales, abogó por una reducción de las cotizaciones a la seguridad social para evitar una carga excesiva para las empresas y sus trabajadores.
“Imponer tasas de cotización altas eliminaría un colchón económico crucial (para las empresas)”, afirmó. “Culpar a la avaricia corporativa por el no pago de las cotizaciones a la seguridad social es confundir el síntoma con la enfermedad”.