Estados Unidos comenzará a eliminar gradualmente los programas de asistencia en seguridad para los ejércitos europeos fronterizos con Rusia, como parte de su estrategia para que el continente asuma una mayor responsabilidad en su propia defensa.
Según fuentes conocedoras del tema, funcionarios del Pentágono informaron la semana pasada a diplomáticos europeos que dejarán de financiar iniciativas de entrenamiento y equipamiento militar en países de Europa del Este que estarían en la primera línea en caso de conflicto con Rusia.
Este programa del Pentágono, que opera bajo la autoridad conocida como sección 333, requiere la aprobación del Congreso estadounidense. Sin embargo, el Gobierno de Donald Trump no ha solicitado nuevos fondos. Los recursos ya aprobados estarán disponibles hasta fines de septiembre de 2026.
Un funcionario de la Casa Blanca indicó que la medida está alineada con el esfuerzo del presidente Trump por “reevaluar y reorientar” la ayuda exterior, en línea con la orden ejecutiva que firmó en su primer día de mandato.
“Esta acción ha sido coordinada con los países europeos conforme a la orden ejecutiva y al énfasis del presidente en que Europa asuma una mayor responsabilidad por su defensa”, sostuvo el funcionario.
En junio, y bajo presión de Trump, los aliados europeos de la OTAN acordaron elevar el gasto en defensa al 5% del PIB.
El retiro de los fondos de la sección 333 afectaría un programa con un presupuesto global superior a US$ 1.000 millones, según estimaciones de asesores del Senado, lo que podría reducir en cientos de millones de dólares la ayuda que EEUU destina a países fronterizos con Rusia. El Pentágono no ha informado al Congreso sobre el monto exacto que será eliminado.
Entre 2018 y 2022, el programa destinó US$ 1.600 millones a Europa, equivalente al 29% del gasto total, según la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de EEUU. Los principales beneficiarios son Estonia, Letonia y Lituania.
Funcionarios de decenas de embajadas europeas en Washington, incluso de países que no reciben esta ayuda, asistieron a una reunión donde se comunicaron los recortes.
Según un diplomático europeo, la medida buscaría incentivar a las economías más ricas del continente a financiar la asistencia de seguridad para los Estados en primera línea.
Desconcierto en Europa
Los gobiernos europeos quedaron sorprendidos por el anuncio y están intentando obtener más detalles desde Washington, indicaron dos diplomáticos informados sobre las discusiones.
También están evaluando si los presupuestos nacionales pueden cubrir el vacío que dejarán los recortes, o si estos impactarán en aspectos críticos de la seguridad continental.
“Si son drásticos, tendrá grandes implicancias”, dijo uno de los diplomáticos, agregando que la OTAN también se verá afectada, ya que parte de los recursos eran canalizados a través de la alianza.
“Está generando mucha preocupación e incertidumbre”, dijo el segundo diplomático, comparando esta decisión con recortes anteriores en ayuda internacional ordenados por Trump.
La senadora Jeanne Shaheen, máxima representante demócrata en el comité de relaciones exteriores del Senado, calificó los recortes como “una medida equivocada que envía exactamente la señal contraria mientras intentamos llevar a Putin a la mesa de negociaciones y disuadir su agresión”.
La decisión no afecta al programa de Financiamiento Militar Extranjero de EEUU, que permite a los países comprar armamento de alto valor como aviones de combate, barcos o tanques, según una fuente cercana al tema.
El recorte coincide con los esfuerzos del jefe de políticas del Pentágono, Elbridge Colby, por reorientar recursos de defensa hacia el Indo-Pacífico, para aumentar la disuasión y reducir el riesgo de un conflicto con China por Taiwán.
A comienzos de este año, Washington suspendió de manera abrupta el envío de municiones y armas de alto valor a Ucrania, luego de que Colby iniciara una revisión sobre el estado de los inventarios estadounidenses. Posteriormente, Trump ordenó retomar las entregas.
El futuro de la Iniciativa de Seguridad del Báltico —un programa separado creado en 2020 para reforzar las fuerzas armadas de Estonia, Letonia y Lituania— también está en riesgo. El año pasado, el Congreso aprobó US$ 288 millones para este plan.
La Casa Blanca no ha solicitado nuevos recursos para esa iniciativa en el presupuesto del próximo año. Una fuente informó que está siendo reevaluada por la administración.
La pérdida de esta asistencia sería “muy dura” para los países bálticos, dijo el almirante retirado Mark Montgomery, hoy investigador senior en el think tank Foundation for the Defense of Democracies. “La idea aquí es capacitarlos para defenderse por sí mismos”.
Los tres países comparten frontera terrestre con Rusia y han sido blanco de ataques atribuidos a Moscú, incluyendo agresiones contra infraestructura crítica en el mar Báltico, ciberataques y sabotajes.
La administración está revisando sus despliegues militares globales y ha manifestado su intención de reducir su presencia en Europa.
El miércoles, Trump se reunió con el presidente de Polonia, Karol Nawrocki, en la Casa Blanca y afirmó que no planea retirar tropas de ese país.
Actualmente, EEUU tiene unos 10 mil efectivos desplegados en Polonia de manera rotativa, y Trump señaló estar “muy conforme” con ese esquema. “Pondremos más si ellos quieren”, agregó.