Xi Jinping coronó una semana de intensa diplomacia encabezando uno de los mayores desfiles militares en la historia reciente de China, con el objetivo de proyectar el creciente poder del país en un gesto de solidaridad con los líderes autoritarios Vladimir Putin y Kim Jong Un.
Una procesión de los más recientes tanques, drones y misiles chinos desfiló el miércoles por la plaza Tiananmén, para conmemorar el 80° aniversario de la victoria sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial.
El Ejército Popular de Liberación (EPL) presentó sus armas más avanzadas, incluidos misiles hipersónicos, mientras Xi calificó a las tropas como una “fuerza heroica” que debe desarrollarse hasta convertirse en un “ejército de clase mundial”, lo que implica alcanzar la paridad con las fuerzas armadas de Estados Unidos.
El mandatario chino afirmó que el EPL “salvaguardará resueltamente la soberanía nacional, la unidad y la integridad territorial”, un lenguaje habitual para referirse al objetivo de Beijing de controlar Taiwán.
“La gran revitalización de la nación china es imparable”, añadió.
Fue la primera vez que los líderes de China, Rusia y Corea del Norte se reunieron en un mismo lugar. El espectáculo de Xi, Putin y Kim, junto a más de 20 líderes de otras naciones, presenciando el desfile del mayor ejército del mundo en número de efectivos, buscó impresionar a los 1.400 millones de habitantes del país y advertir a sus adversarios potenciales, como Estados Unidos, Europa y Japón.
"El lado correcto de la historia"
En su discurso, Xi posicionó a China como una fuerza promotora de la paz mundial y opositora al hegemonismo. “La humanidad enfrenta nuevamente decisiones críticas: ¿paz o guerra? ¿Diálogo o confrontación? ¿Cooperación de beneficio mutuo o competencia de suma cero?”, declaró. “El pueblo chino se encuentra firmemente del lado correcto de la historia y del lado de la civilización y el progreso humanos”.
Xi conversó cordialmente con Putin y Kim mientras encabezaba al grupo de líderes en la Puerta de la Paz Celestial, adornada con un retrato gigante de Mao Zedong.
Mientras el desfile comenzaba, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó al trío de conspirar contra su paísy llamó a Xi a recordar el papel de Estados Unidos durante la guerra. “Muchos estadounidenses murieron en la búsqueda de China por la Victoria y la Gloria. ¡Espero que se les honre y recuerde por su Valentía y Sacrificio!”, publicó en su red Truth Social. “¡Envía mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y Kim Jong Un, mientras conspiran contra los Estados Unidos de América!”.
Tras inspeccionar las tropas alineadas en la principal arteria este-oeste de Beijing desde una limusina descapotable, Xi presenció el desfile de 45 formaciones, incluyendo nuevas unidades del Ejército Popular de Liberación y varias armas nunca antes vistas en público.
Tres unidades de guerra naval exhibieron los misiles YJ-15, 17, 19 y 20, misiles supersónicos e hipersónicos que, según la televisión estatal, pueden lanzarse desde buques de superficie y submarinos.
Yu Jie, investigadora principal sobre China en Chatham House, señaló que el desfile buscaba mostrar que China es “una gran potencia con raíces en el mundo en desarrollo”. Destacó que la ausencia de líderes occidentales y la presencia destacada de Putin y Kim subrayaron el intento de China por enviar “un mensaje muy distinto pero crucial”.
“Ocho décadas después del fin de la Segunda Guerra Mundial, China ya no se ve como un mero participante de la historia, sino como el arquitecto de un nuevo orden mundial —uno que planea diseñar bajo sus propios términos. Y tiene el poder para hacerlo”, afirmó.
Kerry Brown, profesor de estudios chinos en el King's College de Londres, comentó que el desfile fue “una gran afirmación del poderío, avance y fortaleza de China, por lo que es excelente para la propaganda interna”. Sin embargo, advirtió que, aunque podría inquietar a los países occidentales, gran parte del equipamiento militar chino no ha sido probado en combate.
“Es todo muy performativo”, dijo. “Pueden marchar con precisión, pueden montar un gran desfile, pero no han combatido en décadas. Es un ejército completamente no probado”.
Orden global alternativo
El evento siguió a los llamados de Xi, esta semana, durante la cumbre de seguridad regional de la Organización de Cooperación de Shanghái en Tianjin —al sureste de Beijing—, a establecer un orden global alternativo que reemplace al sistema liderado por Estados Unidos desde la posguerra.
En dicha cumbre, Xi y Putin se reunieron con el primer ministro de India, Narendra Modi, en una crítica implícita a Trump, quien ha impuesto aranceles del 50% a la mayoría de las importaciones indias.
En dicha cumbre, Xi y Putin se reunieron con el primer ministro de India, Narendra Modi, en una crítica implícita a Trump, quien ha impuesto aranceles del 50% a la mayoría de las importaciones indias.
La presencia de Kim incrementa la preocupación entre los aliados de Estados Unidos respecto a un nuevo eje autoritario, especialmente considerando que tropas norcoreanas combaten junto a fuerzas rusas en Ucrania.
La participación de Kim marcó su primer encuentro con Xi desde 2019 y la primera vez que asiste a una reunión multilateral de líderes desde que asumió el poder en 2011.
La agencia estatal de noticias surcoreana Yonhap citó a parlamentarios que fueron informados por el Servicio Nacional de Inteligencia de Seúl de que Kim buscaría “demostrar solidaridad trilateral posando junto a Xi y Putin”. El objetivo de su visita, según el reporte, fue “ampliar su margen de maniobra restaurando relaciones con China y asegurar ayuda económica para sostener su régimen”.