Internacional
Gobierno de Brasil busca sacar a Agnelli de Vale para controlar a gigante minera
Empleados de la firma se vestirán hoy de negro para protestar contra la decisión. Dicen estar orgullosos de trabajar en una compañía rentable.
Por: | Publicado: Viernes 25 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.
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María Ignacia Alvear C.
El gobierno brasileño está en negociaciones con los accionistas de Vale, la mayor minera de hierro del mundo, para sacar de su cargo al actual director ejecutivo, Roger Agnelli, quien ha logrado hacer crecer a la compañía registrando ganancias récord. Por esta vía pretende alinear a la firma más de cerca con los “intereses nacionales”.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se molestó porque durante el último tiempo Vale ha exportado más hierro hacia China y ha preferido construir varios de sus barcos en Asia en vez de Brasil debido al menor costo, lo que está afectando el crecimiento de la industria local.
Por eso, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, está en conversaciones con el mayor accionista de la minera, el banco Bradesco, para que lo apoye en esta jugada.
Vale re-estatizada
Sin embargo, han llovido críticas de los sectores políticos que acusan de Rousseff de querer re-estatizar a la minera (que fue privatizada en 1997), lo que afectaría los buenos resultados que ha tenido durante la última década, tiempo en que Agnelli ha estado a la cabeza de la firma. El diputado demócrata Mendonça Filho defendió la actual gestión diciendo que Vale es la mayor empresa privada de Brasil y la segunda empresa minera del mundo y que la interferencia del gobierno es “inaceptable”. Por otra parte, el ex candidato presidencial, José Serra, acusó al gobernante Partido de los Trabajadores de establecer un “estado de burguesía” y consideró el intento de manipulación de una empresa privada como grave. “El problema no es estatizar o privatizar. Es utilizar a Vale con fines político-partidistas distintos al fin social de la compañía”, enfatizó.
El caso de Vale podría repetir la experiencia de Petrobras, la petrolera de propiedad mixta privada-estatal, que a pesar de descubrir algunos de los campos petrolíferos más grandes del mundo y contar con un plan quinquenal de desarrollo récord, ha perdido la preferencia de los inversionistas. Después de traspasar a la compañía los campos descubiertos, el gobierno aumentó su presencia en la petrolera a través del banco estatal de desarrollo y tomó un rol más protagónico en su política de determinación de precios.
Empleados protestan
Roger Agnelli llegó en 2001 a la minera y desde entonces transformó a la empresa en una de las mayores del sector. El año pasado Vale registró ganancias récord de US$ 17.300 millones, más del triple que el año anterior. “Estamos viviendo nuestro mejores días”, dijo entonces Agnelli.
Es por esto que los empleados están molestos. A modo de protesta, hoy irán a trabajar vestidos de negro, medida que se suma a un manifiesto que circula en apoyo de Agnelli y los cientos de mensajes de respaldo en las redes sociales donde dicen estar orgullosos de trabajar en una empresa rentable. El directorio, además, amenazó con renunciar en bloque si se concreta su salida el 19 de abril, día en que se realizará la junta de accionistas para decidir quién estará a cargo.
Personas que conocen la situación dicen que el cambio de ejecutivo podría enviar una señal negativa no sólo sobre las perspectiva para la minera, sino también sobre el respeto a la libertad empresarial en el país. “Es un ataque a la institución. Quienquiera que sea a quien contraten, tendrá que atenerse a las reglas del gobierno y no cualquier ejecutivo querrá ser parte de eso”, comentó una fuente al diario británico Financial Times.
El gobierno brasileño está en negociaciones con los accionistas de Vale, la mayor minera de hierro del mundo, para sacar de su cargo al actual director ejecutivo, Roger Agnelli, quien ha logrado hacer crecer a la compañía registrando ganancias récord. Por esta vía pretende alinear a la firma más de cerca con los “intereses nacionales”.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se molestó porque durante el último tiempo Vale ha exportado más hierro hacia China y ha preferido construir varios de sus barcos en Asia en vez de Brasil debido al menor costo, lo que está afectando el crecimiento de la industria local.
Por eso, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, está en conversaciones con el mayor accionista de la minera, el banco Bradesco, para que lo apoye en esta jugada.
Vale re-estatizada
Sin embargo, han llovido críticas de los sectores políticos que acusan de Rousseff de querer re-estatizar a la minera (que fue privatizada en 1997), lo que afectaría los buenos resultados que ha tenido durante la última década, tiempo en que Agnelli ha estado a la cabeza de la firma. El diputado demócrata Mendonça Filho defendió la actual gestión diciendo que Vale es la mayor empresa privada de Brasil y la segunda empresa minera del mundo y que la interferencia del gobierno es “inaceptable”. Por otra parte, el ex candidato presidencial, José Serra, acusó al gobernante Partido de los Trabajadores de establecer un “estado de burguesía” y consideró el intento de manipulación de una empresa privada como grave. “El problema no es estatizar o privatizar. Es utilizar a Vale con fines político-partidistas distintos al fin social de la compañía”, enfatizó.
El caso de Vale podría repetir la experiencia de Petrobras, la petrolera de propiedad mixta privada-estatal, que a pesar de descubrir algunos de los campos petrolíferos más grandes del mundo y contar con un plan quinquenal de desarrollo récord, ha perdido la preferencia de los inversionistas. Después de traspasar a la compañía los campos descubiertos, el gobierno aumentó su presencia en la petrolera a través del banco estatal de desarrollo y tomó un rol más protagónico en su política de determinación de precios.
Empleados protestan
Roger Agnelli llegó en 2001 a la minera y desde entonces transformó a la empresa en una de las mayores del sector. El año pasado Vale registró ganancias récord de US$ 17.300 millones, más del triple que el año anterior. “Estamos viviendo nuestro mejores días”, dijo entonces Agnelli.
Es por esto que los empleados están molestos. A modo de protesta, hoy irán a trabajar vestidos de negro, medida que se suma a un manifiesto que circula en apoyo de Agnelli y los cientos de mensajes de respaldo en las redes sociales donde dicen estar orgullosos de trabajar en una empresa rentable. El directorio, además, amenazó con renunciar en bloque si se concreta su salida el 19 de abril, día en que se realizará la junta de accionistas para decidir quién estará a cargo.
Personas que conocen la situación dicen que el cambio de ejecutivo podría enviar una señal negativa no sólo sobre las perspectiva para la minera, sino también sobre el respeto a la libertad empresarial en el país. “Es un ataque a la institución. Quienquiera que sea a quien contraten, tendrá que atenerse a las reglas del gobierno y no cualquier ejecutivo querrá ser parte de eso”, comentó una fuente al diario británico Financial Times.