El ministro griego de Finanzas, Yorgos Papaconstantinu,
afirmó hoy en el Parlamento que su país no tiene alternativa al plan de rescate
de 110.000 millones de euros (US$ 146.000 millones), forjado por la UE y el
FMI, para evitar la quiebra.
Tras preguntarse si la Asamblea cumplirá con su deber de
aprobar el programa de austeridad, que se vota hoy, el ministro pidió a los
diputados que "asuman sus responsabilidades" y advirtió de que, de lo
contrario, el país "va a tener que declararse en bancarrota".
Agregó que "la solución pasa por el programa" de
austeridad que prevé el ahorro presupuestario de 30.000 millones de euros (US$
39.300 millones) en tres años y que debe reducir el déficit fiscal hasta menos
del 3% en 2014.
En una intervención en el Parlamento, antes de ser sometido
hoy a votación un borrador sobre un plan de austeridad a tres años,
Papaconstatinu recordó que el 19 de mayo Grecia debe satisfacer 9.000 millones (US$
11.880 millones) de su deuda y que no tiene liquidez para ello.
A juicio del ministro, la única posibilidad para salvarse de
la bancarrota consiste en acogerse al plan de rescate ofrecido por el Eurogrupo
y el Fondo Monetario Internacional (FMI).