Continúa la preocupación por las centrales nucleares en Japón. De hecho, el primer ministro del país, Naoto Kan, se vio obligado a decretar la alerta atómica en una de las centrales.
Se trata de de la planta Fukushima Daiichi que genera electricidad para la capital, Tokio, mientras las demás siguen en verificación de daños.
Sin embargo, la autoridad fue enfático en aclarar que no existen registros de fugas radiactivas en la planta.
Pese a ello, la estación dejó de estar operativa y fue evacuada junto a más de dos mil habitantes de las zonas aledañas.
Mientras, se está intentando conseguir energías alternativas de otras plantas para activar los sistemas en la central afectada y se inspeccionan otras 11 plantas que también han sido desactivadas. Cuatro de ellas están ubicadas muy cerca del epicentro del sismo.
Se han detectado incendios parciales en la planta Tohoku ubicada en Onagawa que abastece a todo el noreste del país, pero no tendrían peligro radiactivo.