La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó hoy que preferiría que el Banco Central Europeo (BCE) elevase la tasa de interés la semana que viene, aunque reconoció que la situación general en la zona del euro exige lo contrario.
En su intervención en el congreso anual de las cajas de ahorro alemanas, celebrado en Dresde (este del país), la jefa del Gobierno analizó las consecuencias para los distintos países miembros de una variación del precio del dinero en la unión monetaria.
"El BCE tiene ante sí una complicada reunión. En términos generales, debería subir la tasa de interés para Alemania, pero para otros países realmente debería hacer más para que aún más liquidez estuviese disponible para la financiación de empresas", argumentó la canciller.
Es bastante inusual que Merkel se posicione de forma tan clara sobre un asunto que es competencia exclusiva del BCE.
Normalmente la canciller alemana y sus ministros evitan comentar las decisiones de la autoridad monetaria, escudándose en la independencia de la institución.
En este mismo sentido argumentó recientemente el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que tachó de "excesiva" la actual liquidez en los mercados financieros y abogó por reducirla.
"Si el BCE tratase de limitar el margen de maniobra y reducir la gran liquidez un poco, yo sólo podría aplaudirlo", afirmó en una entrevista con el semanario económico "Wirtschaftswoche".
Una subida de tasa de interés ayudaría a evitar un recalentamiento de la economía alemana y frenar la temida aparición de burbujas, pero lastraría la recuperación económica del sur de la zona del euro.