El presidente Donald Trump anunció un acuerdo con AstraZeneca para reducir los precios al consumidor de algunos de los medicamentos de la compañía a cambio de un alivio arancelario, en el segundo pacto de este tipo entre la Casa Blanca y una compañía farmacéutica que busca reducir los costos de atención médica para los estadounidenses.
“AstraZeneca, el mayor fabricante farmacéutico de Reino Unido, se compromete a ofrecer a los estadounidenses importantes descuentos en su amplio catálogo de medicamentos recetados”, dijo Trump el viernes en la Oficina Oval, donde estuvo acompañado por el director ejecutivo de AstraZeneca, Pascal Soriot.
El acuerdo, similar al anunciado antes por Pfizer, permitirá a AstraZeneca reducir drásticamente el precio de sus medicamentos a cambio de tres años de alivio de los aranceles amenazados a la industria farmacéutica. La compañía lanzará todos sus nuevos medicamentos en EEUU a los precios más bajos ofrecidos a países similares, y además proporcionará sus medicamentos al programa de seguro médico Medicaid para personas de bajos ingresos y con discapacidad con importantes descuentos.
“Pagarás el precio más bajo del mundo”, dijo Trump.
La farmacéutica británica ampliará el número de productos vendidos a través de su sitio web directo al consumidor, AstraZeneca Direct, a un costo que Trump describió como “muy reducido”, y pondrá esos medicamentos a disposición en el sitio web TrumpRx una vez que se lance.
El acuerdo es el último de una serie de medidas voluntarias que los funcionarios de la administración Trump están negociando para evitar acciones más draconianas por parte del gobierno.
Durante el verano, Trump envió cartas a 17 de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo con una lista de exigencias. Estas incluían precios más bajos para el programa de seguro Medicaid, la venta directa de medicamentos con descuento a los pacientes y la introducción de medicamentos recién aprobados a los mismos precios en Estados Unidos que en otros países desarrollados.
Un pacto con la poderosa farmacéutica británica impulsa los esfuerzos de la administración Trump y podría atraer a otras empresas a la mesa de negociaciones. Soriot rompió filas con sus colegas de la industria en julio, afirmando que Estados Unidos debería pagar precios similares a los de otros países ricos por los medicamentos de reciente desarrollo.
Las implicaciones financieras del acuerdo siguen siendo inciertas. La amenaza arancelaria para AstraZeneca está en cierta medida contenida, ya que fabrica la mayoría de los medicamentos que vende en Estados Unidos a nivel nacional. En septiembre, Astra lanzó una nueva plataforma de venta directa al consumidor, donde los pacientes pueden obtener el medicamento para la diabetes Farxiga y el inhalador para el asma Airsupra con descuentos de hasta 70 % sobre sus precios de lista.
Entre los medicamentos que se espera que experimenten reducciones de precio gracias al acuerdo con Trump se encuentran Airsupra, Farxiga y Bevespi, un medicamento para la EPOC, según un gráfico exhibido en el evento. Farxiga fue el medicamento más vendido de Astra el año pasado, con $7.7 mil millones en ventas, pero ya se había programado una reducción de precios como parte del programa de negociación de precios de medicamentos de Medicare para 2026.
Soriot estuvo el jueves con el administrador de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, Mehmet Oz, en Virginia, donde la compañía está expandiendo su producción en Estados Unidos como parte de su inversión de US$ 50 mil millones en ese país.
"Tenemos más por venir, pero este es muy importante", dijo Oz el viernes en la Oficina Oval, sugiriendo que es probable que otras compañías farmacéuticas anuncien acuerdos similares pronto.
Trump ha pedido a las farmacéuticas que produzcan más medicamentos en el país y la administración ha iniciado una investigación para determinar si la falta de producción local constituye una amenaza a la seguridad nacional.
Precios altos
Los estadounidenses han pagado tradicionalmente los precios más altos del mundo por los medicamentos. Esta estructura situó a Estados Unidos en el epicentro de un mercado multimillonario que generó numerosos medicamentos innovadores. También permitió a los países ricos de Europa y otros lugares aprovechar la inversión estadounidense y beneficiarse de ella sin tener que pagar una parte equivalente del coste.
La administración Trump se ha comprometido a cambiar este cálculo mediante un concepto conocido como precio de nación más favorecida. Este exigiría a las empresas ofrecer sus medicamentos en Estados Unidos a precios equivalentes o inferiores a los de otros países.
Inicialmente, los inversores temían que los aranceles y las normas sobre precios de los medicamentos afectaran significativamente los resultados de las farmacéuticas. A medida que se concretaban los acuerdos, Wall Street ha interpretado que los compromisos de las farmacéuticas tendrían un impacto financiero menor del previsto inicialmente.