Grecia
vive hoy una nueva jornada de paros de distinta duración en protesta
contra la reforma laboral y las privatizaciones que afectan al
transporte, las guarderías, los ayuntamientos, los bancos, los
consultorios médicos y servicios públicos, en la víspera de la huelga
general convocada para mañana.
En Atenas, el transporte urbano
no funciona en todo el día de hoy, mientras la red nacional de
ferrocarriles seguirá un paro entre las 10.00 y las 13.00 GMT.
Para ese mismo periodo, los dos sindicatos mayoritarios han llamado a
los trabajadores en Atenas a abandonar sus puestos y han convocado a una
concentración frente al Parlamento.
Los trabajadores
afiliados al Partido Comunista de Grecia también se han citado hacia el
mediodía en el centro de Atenas y los cuerpos de servicios de seguridad
(guardias costeros, policías y bomberos) protestarán ante el Parlamento
esta tarde contra el recorte de sus sueldos.
Los médicos del
Sistema Nacional de Salud (ESY) están en huelga hasta el final de la
semana y no atenderán las consultas en los centros de salud.
Este aluvión de protestas precede a la huelga general de 24 horas
convocada para mañana y que afectará también al espacio aéreo debido a
la participación de los controladores.
Las protestas se centran esta vez en la nueva ley que será aprobada
esta noche y que facilita los despidos, prioriza los acuerdos entre
empresa y empleado frente a los convenios colectivos, y abre la
posibilidad de rebajar los sueldos al salario mínimo de 740 euros al
mes.
También se amplía el periodo de prueba hasta los 12
meses, desde los dos actuales, sin derecho a compensación por despido.
El margen de aviso de despido se reduce de dos meses a un mes.
Las protestas también responden al proyecto del Ejecutivo socialista de
reducir las pérdidas en las empresas estatales recortando personal y
salarios, así como la privatización de algunas compañías.
La
de mañana será la octava huelga general convocada en Grecia en lo que va
de año para denunciar la dura política de ahorro puesta en marcha por
el Gobierno para reducir la deuda y el déficit que han puesto al país al
borde de la quiebra.