En medio de nuevas protestas callejeras, Grecia dio ayer el primer paso para obtener los fondos que necesita con urgencia acordados en un paquete de rescate de 130.000 millones de euros cuando su parlamento respaldó la realización de un canje de bonos para los tenedores privados de su deuda.
El canje, en el que los inversionistas privados intercambiarán sus bonos griegos por otros de menor valor, debería ser lanzado hoy con el fin de recortar 100.000 millones de euros (US$ 132.000 millones) de deuda griega. Esto es una parte central del plan para reducir los pasivos a 120,5% del PIB para el 2020 desde el actual 160%.
“Al aprobar esta ley, el parlamento nos permitirá comenzar a salir del torbellino”, dijo antes de la aprobación el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos.
Sin embargo, aún hay señales de pesimismo. En una entrevista con The Wall Street Journal, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, sugirió que la escasa respuesta del mercado al acuerdo de rescate logrado el martes insinúa que muchos dudan que Atenas cumplirá con una prometida cura de austeridad.
“El gobierno griego ha asumido compromisos muy serios en la política fiscal y en las áreas de las políticas estructurales”. Sin embargo, “hay riesgos de implementación y por las próximas elecciones. El Eurogrupo mostró probabilidades razonables para el éxito del programa, si las medidas, especialmente las medidas estructurales, se llevaban a cabo”, señaló Draghi.
De hecho, los ministros de Finanzas de la eurozona estudiarán el próximo 1 de marzo, horas antes del comienzo de una cumbre de líderes de la Unión Europea prevista para ese día, si Grecia ha cumplido las últimas exigencias para hacer efectivo el desembolso del nuevo rescate, informa el diario español Expansión.
Nueva recesión
En tanto, la Comisión Europea no entregó cifras alentadoras respecto a la expansión de la economía de la zona euro, al pronosticar una recesión para este año, la segunda que se genera en apenas tres años.
El brazo ejecutivo de la Unión Europea proyecta que la producción económica en el área de la moneda única se contraerá 0,3% en 2012, un fuerte cambio respecto de la estimación previa de un crecimiento de 0,5%, consigna Reuters.
Sin embargo, el máximo responsable económico de la Unión Europea, Olli Rehn, dijo que los últimos sondeos apuntaban a una desaceleración solamente moderada en la zona euro.
“Los datos más recientes sugieren que la desaceleración esperada será más bien moderada y temporal”, dijo Rehn en una conferencia de prensa.