Por Marco Fajardo
Tras varios meses de calma, la renuncia de dos ministros del gobierno conservador portugués en apenas 48 horas trajo de regreso de golpe las preocupaciones por la crisis financiera de Europa.


La incertidumbre por un quiebre en la frágil coalición revivió temores de que Portugal abandone sus planes de ajuste, provocando el desplome de la bolsa y la deuda del país, pero también renovó las señales de contagio en el resto de la región. Mientras el euro cayó a su menor valor en cinco semanas, el costo de financiamiento de naciones periféricas como España y Grecia, volvió a dispararse. Los mercados bursátiles retrocedieron también en el resto del bloque.
El ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, renunció el lunes argumentando “una importante erosión” en el apoyo al plan de austeridad impulsado por el gobierno. Al día siguiente, le siguió el canciller Paulo Portas, en protesta por la designación Maria Luís Albuquerque como sucesora de Gaspar. “La posición del primer ministro es muy frágil ahora, y el centro político se está alejando del programa de ajuste”, dijo Gilles Moec, economista de Deutsche Bank, a Financial Times.
La oposición socialista, que lidera los sondeos, ha pedido nuevas elecciones y algunos inversionistas temen que esto provoque la salida de Portugal del plan de rescate acordado con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional por 78.000 millones de euros
(US$ 102.000 millones).
El índice PSI de la bolsa de Lisboa cayó 5%, aunque durante la jornada llegó a retroceder más de 6%, mientras que la tasa de interés del bono a 10 años superó el 8%, su máximo de 2013. El FMI reportó el mes pasado que la posición de deuda de Lisboa era “muy frágil”.
Patrick Artus, economista jefe de Natixis, señaló a Reuters que teme que Portugal esté dando una batalla perdida. “¿Cómo pagar viejas deudas si la base macroeconómica del país se está reduciendo?”, se pregunta.
Deuda insostenible
Hasta ahora, Portugal ha cumplido dos tercios de la consolidación fiscal exigida. Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronostica que la deuda pública supere el 130% del PIB en 2015, lo que pone en duda la sostenibilidad de la consolidación fiscal y la posibilidad de salir de la recesión.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dijo que la “situación en Portugal es preocupante” y que espera que el país siga comprometido con el rescate.
“Vemos las elecciones anticipadas como el resultado más probable en esta fase“, dijo el economista de Barclays Antonio García Pascual, aunque el banco indicó que una victoria de la oposición no representaría un cambio radical en el curso del rescate y que Portugal tiene fondos suficientes para pagar su deuda este año.
Otros son más pesimistas. Citi señaló en una nota que Portugal podría requerir otro rescate.
“La crisis dejó en claro que hay que repensar el rescate del país, que en principio expira en 2014”, señaló Neil Unmack a Reuters.
¿Quién es el próximo?
“El gran problema es que una reestructuración de la deuda portuguesa hará que los inversionistas teman que España o Italia sea el próximo”, añadió Unmack.
El mes pasado, Mediobanca advirtió que Italia “terminará inevitablemente en una petición de rescate” en los próximos seis meses a menos que se mantengan bajo los costos de deuda y la economía gane impulso. Mientras los bonos italianos mantuvieron ayer la calma, la letra de España a 10 años subió 14 puntos a 4,74%, mientras su par griego ascendió 34 puntos básicos a 11,11%.
En los mercados hay especial inquietud por Grecia, que enfrenta vencimientos en agosto. La eurozona no autorizará nueva ayuda al gobierno hasta tres meses si Atenas no pasa la revisión del programa, para lo que tiene plazo hasta el viernes.
Los funcionarios europeos admiten que varios problemas podrían volver a sumir a la región en crisis. “Siempre hay temas hirviendo debajo de la superficie”, señaló un diplomático a Reuters. La crisis “está lejos de terminar”. Durante un encuentro de funcionarios de Finanzas de la eurozona el martes, hubo acuerdo en que “el optimismo en el bloque no se justifica, estamos peor de lo que parece”, dijo un participante. “Esperamos posponer los problemas aparte de Grecia hasta después del verano”.