Petrobras deja de ganar US$ 47 mil millones por control oficial de precios
La cifra coincide con el incremento de la deuda líquida de la petrolera estatal.
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Las restricciones a las alzas de precios del diesel, la gasolina y gas licuado de petróleo adoptadas por el gobierno de Brasil para el mercado interno, que los ubicó en un nivel inferior al registrado en los mercados internacionales, tuvo un costo de oportunidad de 104.000 millones de reales (US$ 46.820 millones a tipo de cambio de hoy) para la caja de Petrobras entre 2011 y 2013, valor cercano al aumento de la deuda líquida de la petrolera estatal que se verificó durante el período.
Esa es la principal constatación del estudio sobre el tema liderado por Edmar de Almeida, del Grupo de Economía de Energía (GEE) de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), que identifica a los desfases de precios como uno de los principales responsables del aumento de la deuda de la estatal en el período y determina la necesidad de un cambio en la política para los precios de los derivados del petróleo.
Metodología
El estudio utilizó tres referencias para analizar el desarrollo de los precios del diesel, la gasolina y el gas licuado de petróleo, realizada la conversión cambiaria mes a mes: el precio de realización interna de los combustibles, el de referencia en el mercado internacional del Golfo de México y el efectivamente pagado con las importaciones de los derivados de petróleo en el período.
Incluso con seis reajustes en el diesel y cuatro en la gasolina en el mercado interno, los precios permanecieron por debajo de los implementados en el exterior durante el período. El gas no tuvo reajuste.
Con las importaciones, Petrobras registró una pérdida en valor presente de 14.900 millones de reales, causada por la diferencia entre el valor pagado por los derivados en el exterior y el que se paga en el mercado doméstico.
El estudio muestra que, desde 2011, las importaciones de gasolina y diesel superaron a las exportaciones de esos combustibles, pero la pérdida más importante para la empresa fue el costo de oportunidad.
El valor presente se calculó considerando una tasa de retorno de 10% al año que la empresa tendría si invirtiera el monto en una colocación financiera.
Supuestos ingresos
En el período, tomando en cuenta un escenario en el que la estatal aplicara precios similares a los que se cobran a nivel internacional, Petrobras tendría ingresos superiores a los 66.300 millones de reales con el diesel, 34.900 millones de reales con la gasolina y 3.000 millones de reales con el gas licuado de petróleo. En los últimos tres años, la deuda líquida de la compañía aumentó de 103.000 millones de reales a 222.000 millones.
“Este desfase no solo restringió la caja de Petrobras, sino que aparece como un factor preponderante en el aumento de la fragilidad de la empresa”, afirmó De Almeida, que también llamó la atención sobre un efecto secundario del desajuste de precios en el sector de petróleo y gas brasileño. “Eso está sucediendo en un momento en el cual se necesita mucha caja para las inversiones vinculadas a la explotación en el pre-sal”.
Como consecuencia de lo que De Almeida llama “represamiento de precios”, el sector de refinería de derivados de petróleo se considera actualmente poco atractivo para las nuevas inversiones externas, lo que aumenta la importancia de la salud financiera de Petrobras en el parque de refinerías del país. Hoy, la estatal es responsable de 90% de lo que refina Brasil.
Una alternativa a los reajustes concedidos por el gobierno es la creación de un fondo para amortizar grandes variaciones en los precios internacionales o en el tipo de cambio, según el investigador. El dinero, que podría llegar del Tesoro brasileño, serviría como un colchón para resguardar la inflación sin afectar directamente la caja y el nivel de inversión de Petrobras.
“Es legítima la preocupación del gobierno con la inflación, pero no se pueden transferir los costos a la empresa, que precisa más libertad para fijar sus precios”, dijo De Almeida.