La Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional
(FMI) dieron hoy luz verde a que Grecia reciba los 9.000 millones de euros (US$
12.146 millones) del tercer tramo de la ayuda internacional para evitar la
bancarrota, aunque pidieron que Atenas amplíe aún más su estrategia de ahorro.
Pese a la aprobación de esta nueva aportación, el FMI y la
UE piden al Gobierno de Atenas que intensifique su dura política de austeridad,
con medidas como la reducción del número de funcionarios, el recorte de gastos
en Sanidad, el saneamiento o privatización de las empresas públicas y una
reforma fiscal.
En una rueda de prensa para presentar las conclusiones de la
visita de inspección sobre marcha de la economía helena, el representante del
FMI, Poul Thomsen, se mostró optimista sobre la mejora del equilibrio fiscal.
"El plan fiscal va por buen camino y en 2011 logrará
superar las debilidades de ingresos y tomar medidas adicionales para llevar a
cabo un reajuste fiscal sin precedentes".
En su informe sobre el cumplimiento de la estrategia de
ahorro al que se ha comprometido Atenas, los expertos de la UE, el FMI y el
Banco Central Europeo manifestaron que "el programa mantiene su
rumbo".