En su cita de mayo, la mayoría de miembros de la Reserva Federal (Fed) votó a favor de mantener las compras de bonos hasta que la recuperación económica sea más evidente. No obstante, algunos se mostraron partidarios de reducir los estímulos a partir de junio.
Uno de los miembros del FOMC votó a favor de aumentar los estímulos, otro pidió que se redujeran de inmediato y dos más abogaron por una política más acomodaticia aún si la inflación sigue disminuyendo.
Según se recoge en las actas de la reunión que la Fed celebró los días 30 de abril y 1 de mayo, "la mayoría –de los funcionarios- constató que la situación del mercado laboral había registrado mejoras" desde que el pasado mes de septiembre el banco central puso en marcha el programa de compras de bonos.
No obstante, añade el documento, "varios de los miembros señalaron que era necesario un avance económico continuado y una reducción de los riesgos" a los que se enfrenta la economía de EEUU "antes de que sea apropiado desacelerar el ritmo de compras de bonos".
La división que hay entre los miembros del FOMC quedó patente una vez más en la cita de mayo, en la que varios funcionarios "expresaron su disposición a ajustar las compras de bonos en la próxima reunión de junio si los datos económicos que se publiquen hasta entonces muestran una evidencia clara de que el crecimiento es fuerte y sostenido", según las actas.