Las bolsas estadounidenses culminaron otra nefasta
semana, la que estuvo marcada por el persistente temor a una recesión global. En
la sesión de hoy, la extrema volatilidad nuevamente se hizo presente en los
mercados la que se reflejó especialmente en las primeras operaciones.
Al término de las operaciones, el Dow Jones
perdió 312 puntos o 3,59% que lo empujó hasta los 8.378 puntos. La baja, sin
embargo, es considerablemente menor a la mostrada en las primeras operaciones cuando
el indicador de industriales perdió más de 5,15%.
Con el cierre de hoy, el indicador más
importante de Wall Strret despidió la semana con una baja acumulada de 5,34%.
En ese contexto, el S&P 500, que mide la
evolución de las 500 empresas más grandes de Estados Unidos, anotó un retroceso
de 3,45% hasta los 876,77 puntos.
El indicador tecnológico Nasdaq cerró con un
retroceso de 3,23% que lo situó en las 1.552 unidades.
La sesión arrancó de la peor manera: con los
futuros desplomándose más de 6%, obligando a suspender las negociaciones en la preapertura. Esto
incluso llevó a pensar que el NYSE y el Nasdaq abrirían los mercados más tarde,
cosa que finalmente no sucedió.