Una caída del bitcoin por debajo de los US$ 90.000 agravó el desplome de los mercados financieros asiáticos el martes, alimentando el temor de que los inversionistas apalancados desencadenen una espiral negativa de ventas.
La criptomoneda llegó a caer 2,8%, la última baja en una racha que ha borrado todas sus ganancias del año. Esto incrementó la presión sobre las bolsas asiáticas: el índice MSCI Asia Pacific cayó más de 2%, su peor desempeño en un mes, y casi todos los mercados de la región cerraron en rojo.
Los bonos del Tesoro subieron en toda la curva, con los rendimientos de las notas a 10 años bajando cuatro puntos básicos. Las monedas refugio, incluido el yen y el franco suizo, se fortalecieron, mientras que el dólar australiano —más sensible al riesgo— retrocedió. El índice Bloomberg Asia Dollar cayó al nivel más bajo desde mayo.
Algunos analistas advirtieron que la venta masiva de criptomonedas podría generar ventas forzadas por parte de inversionistas minoristas que necesiten desprenderse de otros activos para cubrir llamadas de margen. Eso podría crear un círculo vicioso, ya que la caída de precios en un mercado alimenta la presión vendedora en otros.
“Podríamos ver más riesgos a la baja para las criptomonedas a medida que se ajustan las carteras, ya sea por decisión propia o para cubrir pérdidas en renta variable”, dijo Nick Twidale, analista jefe de mercados en AT Global Markets en Sidney.
Alarma de riesgo
La caída de la criptomoneda más popular del mundo coincidió con la preocupación de los inversores por el ritmo de los recortes de la tasa de interés en Estados Unidos y con la atención puesta en los resultados de grandes empresas, entre ellas Nvidia Corp., que presenta sus cifras esta semana. Pero la caída del bitcóin por debajo de los US$ 90.000 bastó para convertir un descenso generalizado en Asia en un verdadero desplome.
“La prolongada venta de bitcoines ha amplificado el nivel de alarma de riesgo del mercado, reforzando la sensación de que algo más profundo puede estar cambiando bajo la superficie”, dijo Hebe Chen, analista de Vantage Markets en Melbourne.
El ánimo en la región también se vio afectado por una caída aún más pronunciada de las acciones en Japón, presionadas en parte por la preocupación sobre los problemas fiscales del país y una disputa diplomática con China.
El índice Nikkei 225 cerró el martes con una baja de 3,2%, mientras que los rendimientos de los bonos del gobierno japonés a 10 años subieron al nivel más alto desde mediados de 2008, desafiando la tendencia global hacia la compra de deuda soberana.
Una ola de ventas generalizada puede volverse autosuficiente incluso sin el efecto amplificador del apalancamiento. Las criptomonedas habían subido junto con las acciones este año, luego de que los inversores dejaran atrás los temores de una guerra comercial mundial y apostaran por la innovación para impulsar un repunte cruzado de los mercados. Esas esperanzas ahora parecen desvanecerse.
“El impulso es una máquina que se alimenta sola”, dijo Anna Wu, estratega de inversión multiactivos en Van Eck. “El debilitamiento del sentimiento en Estados Unidos, liderado por los operadores que venden posiciones en Nvidia antes de sus resultados y de los datos macroeconómicos, se ha extendido a los mercados asiáticos. Si usamos el bitcóin como indicador de sentimiento del mercado, apunta a un nivel de miedo propio de un mercado bajista”.