El gigante asiático experimentó ayer un desplome bursátil de 7%, lo que desató una oleada bajista que alcanzó de lleno tanto al mercado europeo como estadounidense.
La publicación de un nuevo deterioro en la actividad manufacturera del gigante asiático provocó que por primera vez se activara la nueva normativa que interrumpe la jornada si las caídas alcanzan el 7%.
La sesión de hoy evitó las turbulencias de la jornada anterior, y el índice Shanghai Composite cerró con leves caídas leves, de apenas el 0,26%, hasta los 3.287 puntos. El índice CSI300, incluso, ha concluido en positivo, con avances del 0,3%.
Detrás de esta tregua destaca la 'intervención' de las autoridades chinas. Los analistas apuntan a compras importantes realizadas por parte de los fondos controlados por el Estado.
El mercado, además, baraja posibles estímulos adicionales, como una devaluación del yuan para fomentar una mayor reactivación de las exportaciones chinas. La divisa china cotiza y de hecho en zona de mínimos de cuatro años frente al dólar.