Los inversionistas dan la espalda a la renta variable japonesa.
El principal indicador de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, encadena hoy su
decimoprimera jornada en negativo y su mayor descenso consecutivo en 55 años,
una racha que tan sólo superó entre mayo y junio de 1953.
La sesión de la bolsa de Tokio comenzó muy bajista,
influenciada por la caída sufrida por Wall Street, pero poco a poco fue
tomando ritmo. Llegó a entrar en terreno positivo pero al final de la sesión no
logró aguantar la presión vendedora y terminó con descensos del 0,2%, hasta los
13.265 puntos. En estas once jornadas el selectivo Nikkei recortó un 8,2%,
su peor racha desde que entre mayo y junio de 1953 encadenara 12 jornadas
seguidas en rojo.
El mayor lastre de las bolsas es, sin duda, el petróleo. La
nueva escalada que protaganizó ayer tras conocerse que durante la última semana
las reservas de crudo de Estados Unidos han descendido en 2 millones de
barriles, hasta 299,8 millones, condujo el precio del barril del West Texas
hasta el nuevo récord de 144,57 dólares en la negociación del mercado asiático.
El oro negro lastró a la principal bolsa del mundo que cerró con descensos de
entre el 1,5% y el 2,3%.
En Europa la previsible subida de tipos de interés que
podría llevar a cabo el BCE se ha estado descontando en las bolsas durante las
últimas sesiones, no obstante, aumentó el nerviosismo en los mercados. En
cualquier caso, los temores inflacionistas sumados a lastre del crudo y al
esperado dato de empleo que hoy se conoce en Estados Unidos, han dejando un
panorama desalentador en las bolsas de todo el mundo.
El resto de plazas de la región asiática replicaron la
tendencia bajista. La excepción la puso el Hang Seng de Hong Kong, que navegó a
contracorriente y sumó un 0,2% impulsado por China Mobile y la petrolera CNOOC. El
Singapure Straits Times un cedió un 0,95%, mientras que el S&P/ASX
australiano un 1,89% y cerró en su nivel más bajo en dos años por el lastre de
las compañías mineras. El indicador regional MSCI Asia-Pacific cedió un 1,4%.
En China una de las compañías protagonistas del día ha sido
la segunda aseguradora del país. Ping An ha negado los rumores de una
investigación gubernamental por evasión de impuestos que provocaron un desplome
de sus títulos del 10%. La aseguradora explica que las autoridades fiscales
están analizando sus registros de impuestos entre el 2004 y el 2006, pero que
es una revisión "rutinaria e inacabada".
Ya en Japón, el dólar ganó terreno al yen. Se apreció un
0,2% para establecer su cambio en los 106,10 yenes. Las compañías
automovilísticas cedieron posiciones después de que Merrill Lynch rebajara el
ráting de General Motors y advirtiese a los inversores de la mala situación
financiera por la que atraviesa, provocando su desplome bursátil. Toyota se
dejó un 0,8% y Honda un 0,3%.
El fabricante de componentes electrónicos Kyocera perdió un
1,3%, mientas que Advantest se dejó un 1,8%. Los valores ligados a las
'commodities' vivieron también una sesión de recortes. La firma de trading
Mitsubishi se depreció un 4,4% y fue la
compañía que más contribuyó a los descensos del Nikkei. Los inversores pusieron
sus ojos en el sector financiero japonés, donde Mitsubishi UFJ Financial Group
rebotó un 3,2% y Mizuho Financial sumó un 2,3%.