El superintendente de Valores y Seguros, Guillermo Larraín propuso hoy un nuevo modelo de regulación financiera basado en la
funcionalidad de la industria, modificaciones que presentó en el marco del XV Congreso Icare de Finanzas.
"Nuestro sistema financiero ha respondido bien (...) Pero hay que repensar la forma en que está estructurado nuestro sistema financiero", apuntó. Sin embargo, descartó que estas modificaciones se
transformen en regulación en el corto plazo, señalando que son sólo "un aporte a la discusión" con miras al siglo XXI.
La máxima autoridad de la SVS señaló que el nuevo sistema debiera poner énfasis en
las funciones que tienen que ver con controlar la solvencia, la conducta y la liquidez. Asimismo, explicó que para esto se debe reorganizar a las
actuales instituciones que vigilan el mercado.
De este modo, dijo, la SVS en conjunto con la Superintendencia
de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif) debieran velar por las funciones de
solvencia y conducta, mientras que el Banco Central tendría que fiscalizar la
función de liquidez. Todo esto con un consejo de coordinación financiera, presidido por el Ministerio
de Hacienda.
En este marco, Larraín afirmó que es necesario también un
cambio en los gobiernos corporativos de los supervisores. Enfatizó que las superintendencias fueron concebidas en los
años 20, "con mejoras a lo largo del tiempo, pero de los años 20", dijo.
En este sentido criticó el hecho de que hoy los gobiernos
corporativos de estas instituciones son unipersonales, con amplios poderes
normativos, pero con procesos sancionadores poco claros. Las consecuencias de esto son, entre otras, un equilibrio inadecuado para
acotar la discrecionalidad del superintendente y leyes con exceso de datos técnicos
que son difíciles de modificar, aseveró.
Para esto, Larraín propuso que, por ejemplo, se implementen gobiernos colegiados, como los con que actualmente cuenta el Banco Central, y procesos
sancionadores reformados.
Ante este último punto propuso la creación de un tribunal especializado en
materia de mercado financiero, similar a lo que hoy es el Tribunal de Defensa de
la Libre Competencia.
Para terminar, el superintendente señaló que Chile es un país
pequeño y que para acortar distancias financieras con el resto del mundo se
necesitan "instituciones excelentes". Para esto llamó a "superar los intereses particulares"
del sector privado y "mirar a largo".
"Se requiere de voluntad y liderazgo", puntualizó.
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