En una de las más duras críticas hechas hasta ahora al euro, el banco suizo UBS publicó un informe en el que cuestiona los fundamentos de la divisa y advierte sobre las posibles consecuencias económicas y políticas de su ruptura.
Según el banco, la actual estructura del euro nunca debería haber existido, ya que “no funciona” tal y como está. “O bien la actual estructura cambia o bien su composición (número de miembros) tendrá que cambiar”, afirma. Algunos países estarían hoy en mejor situación “si no se hubieran unido”, indica el texto.
Los analistas del banco determinaron que de salirse un país débil de la zona euro, entre las consecuencias habría default soberanos, colapso del sistema bancario, colapso de las transacciones internacionales y default corporativos. En el caso de un país fuerte - como Alemania- además de las últimas dos consecuencias, habría que recapitalizar el sistema bancario. De ocurrir una escisión de la comunidad por parte de un país pequeño, el costo para esa nación sería de entre 40% y 50% de su PIB.
Sin embargo, el coste económico sería, en realidad, el menor de los problemas según el informe. Según UBS, lo que más temen los inversionistas es a las consecuencias políticas y sociales de tal ruptura. El banco alude que históricamente la separación o desintegración de zonas monetarias comunes suele producirse con la concurrencia de algún tipo de “gobierno autoritario o militar” e, incluso, una “guerra civil”.