Mundo emergente en ascenso

“Los países del BRIC aportaron aproximadamente US$ 2,2 mil millones en 2012, el equivalente a otra Italia cada año”.

Por: | Publicado: Jueves 27 de diciembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Imagen foto_00000001Por Jim O'Neill Presidente de Goldman Sachs Asset Management y miembro de la junta del grupo de expertos Bruegel.

LONDRES – Ahora que las cuestiones de liderazgo en Estados Unidos y China se han dirimido, finalmente podemos elaborar las perspectivas económicas para 2013 sabiendo quién moverá la palanca en materia de políticas en las dos principales economías del mundo. ¿Qué harán y, quizás más importante, qué les harán a ellos las fuerzas económicas?

Para empezar, Estados Unidos enfrentará desafíos recurrentes con el "abismo fiscal" hasta que los mercados financieros presionen a los responsables de las políticas para que implementen una reducción más radical del déficit. Pero, a pesar de esto y de las decepciones que se pueden generar en materia de crecimiento, 2013 será un año más fuerte para la economía global de lo que muchos esperan.

En 2011, China aportó al mundo US$ 1,3 mil millones en PIB adicional, algo así como crear otra Grecia cada 12 semanas y media, o casi otra España todos los años. Juntos, los cuatro países que conforman el bloque BRIC (Brasil, Rusia, India y China) aportaron aproximadamente US$ 2,2 mil millones en 2012, el equivalente a otra Italia cada año (a pesar de sus problemas, Italia continúa siendo la octava economía más grande del mundo, y lo seguirá siendo durante por lo menos un par de años, hasta que Rusia e India puedan superarla).

Las ocho economías de mercado de crecimiento -los BRIC más Corea del Sur, Indonesia, México y Turquía-, generaron cerca de US$ 3 mil millones en 2011, más que el Reino Unido en un año. El tamaño combinado de estas economías hoy es aproximadamente el de Estados Unidos, con una producción anual total que llega a los US$ 15 mil millones - US$ 16 mil millones, o alrededor del 25% del PIB global. A menos que sus tasas de crecimiento se desaceleren marcadamente, su aporte a la producción mundial aumentará drásticamente, y el crecimiento global será más sólido de lo que podrían apreciar los analistas occidentales preocupados. Si las "ocho economías de crecimiento" se expandieran un 10% en promedio en términos de dólares estadounidenses, sumarían US$ 1,5 mil millones al PIB global el año próximo. Durante la década que comenzó en 2011, en Goldman Sachs Asset Management siempre supusimos que China, que representa aproximadamente la mitad de la producción total de las ocho economías de crecimiento (probablemente US$ 8,3 mil millones para fines de 2012), crecerá a una tasa anual de un 7% - 8% en términos reales, con una inflación de alrededor del 8,3%. A menos que caiga el valor del renminbi, esto se traduce en un incremento nominal promedio de por lo menos 10%-11% en términos del dólar.

China crecerá un 7% - 8% en parte porque eso es lo que los responsables de las políticas han decidido que quieren. A fines de 2009, a un año de su masivo estímulo en respuesta a la crisis de crédito global, los líderes chinos, a mi entender, decidieron que un crecimiento real del 10% anual ya había dejado de ser útil. La desigualdad de ingresos aumentaba drásticamente, el daño ambiental se empeoraba rápidamente y la inflación conducía a un crecimiento débil de los ingresos reales para los hogares pobres.
De hecho, una razón clave para la desaceleración de China en 2011-2012 es que las autoridades así lo quisieron. Si bien la tasa de crecimiento real del PIB estipulada en el décimo segundo Plan Quinquenal no debería considerarse un fait accompli, el hecho de que la tasa de crecimiento del Plan se redujera a 7% es una fuerte señal de la intención oficial.
De cara al futuro, si bien el cambio del liderazgo de China es importante, los líderes del país no pueden tomar decisiones con la libertad que uno podría imaginar. Se convierten en líderes en parte por un compromiso con el plan acordado. Un potencial líder que se desvía demasiado no permanece en el liderazgo, como sucedió en 2012 con la expulsión de Bo Xilai.

El objetivo de crecimiento del 7% de China, si bien está sujeto a una cantidad de desafíos, se basa en mantener el crecimiento del consumo privado en alrededor de 8% (reconociendo a la vez que las exportaciones y la inversión no se incrementarán tan sólidamente como antes), permitiendo así que la porción de consumo del PIB aumente. Un mayor foco en la innovación y la creatividad estará acompañado por un fuerte crecimiento del salario real, mayores derechos para los inmigrantes urbanos y una expansión de la atención médica y las pensiones. Si China crece nuevamente al 7% - 8% en 2013, será un crecimiento más equilibrado que en 2012.

Más allá de China, el resto de los países del bloque BRIC -Brasil, Rusia e India- enfrenta desafíos que los responsables de las políticas en cada uno de ellos deben abordar para fomentar un crecimiento más fuerte. Pero están sucediendo muchas cosas apasionantes en otras partes, como Indonesia, Filipinas, Bangladesh, Nigeria y México, que forman parte de lo que yo llamo los "Próximos 11". Corea del Sur y Turquía, que siguen creciendo razonablemente bien, aunque no con la velocidad de los demás, son otros dos miembros importantes de este grupo.

Los 15 países que conforman los BRIC y los Próximos 11 tienen más de 4.000 millones de habitantes, cerca de las dos terceras partes de la población mundial. Mientras sigan creciendo, su porción de la economía mundial también aumentará, fomentando el crecimiento global más allá de lo que sería si no crecieran.
S
in embargo, la economía global podría ser más débil en 2013 de lo que fue en 2012 si sigue prevaleciendo la crisis en Europa y Estados Unidos, particularmente si el nuevo Congreso de Estados Unidos no puede trabajar con el re-electo presidente Barack Obama para llegar a un acuerdo presupuestario que mejore la credibilidad a mediano plazo de la posición fiscal de Estados Unidos, en tanto se evita un excesivo recorte del déficit. Es un equilibrio difícil de lograr y, sin presión de los mercados, no estoy seguro de cómo resultará. Debería agregar, no obstante, que si el gobierno de Estados Unidos no causa problemas, hay dos desenlaces del sector privado que parecerían ser útiles. Uno es la creciente evidencia de una recuperación inmobiliaria; el otro es la perspectiva de una reducción sostenida de los costos de importación de energía en tanto la producción doméstica, particularmente de gas natural, sigue aumentando.

En cuanto a Europa, muchos inversores todavía suponen que llegará el momento en que podamos definitivamente concluir que la Unión Monetaria europea se terminó o sobrevivió. Desafortunadamente, es mucho más probable que, al menos de cara a las elecciones de otoño de 2013 en Alemania, las decisiones clave se pospongan o se eviten. Esto significa que Europa posiblemente enfrente otro año difícil. Pero, una vez más, el crecimiento de producción de los BRIC equivale a crear el equivalente de otra Italia cada 12 meses. A menos que el contexto europeo se deteriore marcadamente, los esfuerzos de Europa no serán la historia principal para la economía global en 2013.

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