Son días complejos para Voltera, la automotora 100% eléctrica en la que participan las familias Von Appen y Müller, quienes hace unos años ingresaron a su propiedad. Acorralada por múltiples disputas legales, esta semana consiguió sortear su primera prueba al alcanzar un acuerdo extrajudicial con el fondo de inversión Ameris. Pero la calma podría durar poco: el arbitraje con Tucar (la administradora de flota de Uber) está a punto de abrirse y amenaza con golpear con fuerza sus operaciones.
La empresa chilena fue fundada en 2019 por Blas Barros, José María Hurtado y Andrés Vergara. ¿La idea? Aprovechar el impulso de la electromovilidad a nivel mundial y convertirse en la primera automotriz en ofrecer toda la cadena de valor ligada a este tipo de energía, pues el país tiene como meta dejar de vender vehículos diésel a 2035.
Todo iba viento en popa. En 2021 la compañía captó el interés de dos grupos económicos gigantes: Inversiones Ultraterra Limitada y Rentas Tissa Limitada, de las familias Von Appen y Müller, respectivamente, que entraron a la propiedad.
El negocio se fundó en base a traer autos de origen chino como las marcas ZNA, DFLZ, Farizon y Maple. Esta última sería la que más tarde la arrastraría a todos los conflictos judiciales.
Ingreso a las plataformas
Los enredos se remontan a dos años atrás, cuando Tucar aceptó el desafío de Uber de transformar toda la flota de arriendo de sus automóviles de diésel a eléctrico. La relación entre ambas partes nació en septiembre de 2020, pues el marketplace de operación firmó un acuerdo de exclusividad con la multinacional y se transformó en el administrador de flota de la marca, lo que implica ser el intermediario entre los socios conductores y los arriendos de autos.
El negocio se veía redondo. En abril de 2023, el Gobierno publicó la Ley de Empresas de Aplicaciones de Transporte (EAT), lo que implicaría un respiro para plataformas que hace ocho años venían empujando para ser oficialmente legales. Así, la electromovilidad se transformó en el caballito de batalla de Uber, ya que para adelantarse al mercado, decidió lanzar antes que nadie “Uber Green” la unidad de negocios sin emisiones.
Para lograr ese propósito, la compañía pidió a su administrador de flota buscar y seleccionar socios que le permitieran suministrar y financiar la división. Entre las opciones Tucar tocó las puertas de Indumotora y Kaufmann, con quienes había trabajado en el pasado, cuando su operación era 100% diésel. Sin embargo, para acelerar la transición una nueva alternativa surgió: Voltera, la única automotora electromóvil del país.
Los dueños de Tucar conocieron al CEO y fundador de Voltera, Andrés Venegas, mediante Uber. En esa reunión, la automotora contó su intención de ser parte del negocio con la provisión de autos Maple 30X, una marca subsidiaria de Geely.
Los problemas llegaron unos meses más tarde, pues en Chile se prohibió la comercialización del modelo por falta de control de estabilizador. Así, tanto Tucar como Voltera retiraron las unidades que alcanzaron a circular. Para poner paños fríos, los proveedores ofrecieron un nuevo modelo: Maple 60S, la alternativa que luego se transformaría en el mayor dolor de cabeza de Tucar.
Los socios pactaron traer 260 unidades de esta versión, lo que permitiría duplicar la operación de la empresa. En noviembre de 2022, Voltera importó esta versión y obtuvo inicialmente el certificado de homologación para circular en Chile. Sin embargo, en un trámite posterior el Centro de Control y Certificación Vehícular (3CV) lo suspendió tras una verificación técnica al detectar que el cable de carga de viaje usado en los vehículos no coincidía con el presentado para obtener dicha homologación.
Aun así, la empresa tenía 18 meses para enmendar esta definición y conseguir operar sin problemas.
Tucar firmó contratos con Kaufmann, Indumotora y Voltera en el cual los proveedores se comprometían a proveer servicios técnicos y tener disponibilidad de vehículos. En el caso de este último, además su pago estaba indexado a mantener la carga. Por lo mismo el pago final correspondía a un desembolso variable.
Por su parte, Voltera se asoció con Ameris y Tanner para financiar la operación, 200 y 60, respectivamente. El pago de los vehículos era un monto fijo, el cual estaba asociado al desempeño del negocio. Y si bien los primeros meses se ejecutaron los pagos con normalidad –según se desprende de un acta de accionistas del fondo Ameris de septiembre de 2025– a fines de 2024 la compañía comenzó a acumular deuda.
En mayo del año pasado, el gerente general de Voltera, Andrés Venegas, dio un paso al costado de su cargo y aterrizó en su reemplazo Andrés Bugueño, quien estuvo 22 años en Derco en diferentes puestos, hasta febrero de 2020, cuando se desempeñaba como Gerente de Finanzas.
Por su parte, Tucar tampoco pudo cumplir con la proyección de los ingresos que tenía prevista a inicios del negocio, lo que redujo los pagos a los proveedores de flota, como Voltera. Otro ejemplo, de acuerdo a fuentes cercanas, es que el administrador comenzó a acumular morosidad con Kaufmann, tanto con el brazo financiero como la automotora, en torno a los $131 millones, de acuerdo a Dicom.
A mediados de septiembre de 2025 llegaron a un acuerdo de reducir los montos de las cuotas de pago. El problema de fondo, indicó el mismo portavoz, es que la Ley EAT aún no está vigente lo que impide desarrollar todo el potencial del negocio.
Sin embargo, con Voltera el distanciamiento nunca se revirtió. Durante el último trimestre de 2024 ambas partes decidieron solucionar sus diferencias en tribunales mediante un acuerdo extrajudicial.
Desde Uber Electric apoyaron a Tucar e indicaron que “menos del 6% de la flota que administran son de Voltera, por lo que sin importar cómo se resuelva esta situación, esta categoría de viajes no solo seguirá funcionando como lo ha hecho hasta ahora, sino que continuamos trabajando para expandir a más comunas de Santiago y regiones de Chile, cumpliendo con la meta global de Uber de ser una plataforma sin emisiones para el 2040”.
En tanto, Tucar defendió su crecimiento en los últimos 6 años, indicando que han triplicado anualmente la flota de vehículos. “Nos hemos consolidado en el mercado local como una alternativa responsable y seria, y hemos construido relaciones comerciales sólidas con empresas que creen en nuestra plataforma y su potencial, como Indumotora, Kaufmann, Uber, Copec Voltex, Enel X Way y SQM Litio”.
Los litigios
Para adelantar el término de contrato –previsto originalmente para 2026–Tucar pagó en enero $ 90 millones y Voltera se comprometió a retirar gradualmente la flota hasta noviembre de 2025, con el objetivo de hacer una transición con el menor impacto a los conductores.
Pero las disputas estaban lejos de acabar. El 31 de marzo la aplicación de Uber dejó fuera a toda la flota de Voltera por falta de revisión técnica. Esto encendió nuevamente el conflicto, porque en Tucar no tenían conocimiento que la automotora mantenía los problemas de homologación.
Señal DF consultó a Voltera y la empresa envió con fecha de 30 de octubre la revisión técnica de una de sus unidades. Fuentes de la compañía expresaron que la suspensión sólo rige para nuevas y futuras importaciones, no para los autos que actualmente están circulando.
Tras el altercado con Tucar, Voltera solicitó a la empresa el reembolso de $ 700 millones por déficit en la operación de sus vehículos. En tanto, que el administrador solicita $ 1.200 millones por dejar paralizada la operación el 31 de marzo y no cumplir con la cláusula de retiro gradual.
Las discrepancias aumentaron y Tucar acordó resolver las diferencias en un juicio arbitral. De mutuo acuerdo estipula que Pedro Aguilar, de Aguilar y asociados será el juez que verá la causa.
No obstante, Voltera sacó un as debajo de la manga y en octubre interpuso una solicitud de liquidación en contra de su ex aliado por un monto de $381 millones. Son representados por Florencio Bernales, socio de litigios de Cariola Pérez Cotapos.
Salida de Ameris
Este jueves el fondo Ameris informó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que alcanzó un acuerdo extrajudicial con Voltera para poner fin anticipado al acuerdo marco que dio origen a los contratos de arriendo con opción de compra de los vehículos Maple 60.
La automotora se comprometió a pagar $ 950.000.000 a la sociedad y se obligó a restituir los automóviles entregados. Ambas partes renunciaron a iniciar acciones judiciales o extrajudiciales vinculadas al conflicto.
Paralelamente, el Fondo vendió a Green Fleet SpA –cuyo propietario es Andrés Bugueño, gerente general de Voltera– la totalidad de las acciones de la sociedad por $ 1.000.000.000, además de tres pagarés de su propiedad emitidos por la misma, por UF 31.400, operación que quedó respaldada por garantías a favor del Fondo, incluyendo prendas sobre vehículos y acciones, y una fianza y codeuda solidaria otorgada por la Sociedad.
Según la administradora, esta salida representa la alternativa más favorable para resguardar los intereses de los aportantes y permite recuperar de manera significativa parte del capital invertido.
Esta acción podría ser parte de la nueva estrategia que Voltera está implementando hace unos meses. Pues a inicios de 2025 la compañía abrió una nueva línea de negocios como administrador de flota para plataformas, más allá de Uber. La marca está utilizando los 60 vehículos que suministró Tanner, con arriendos directos a conductores. ¿Hay un nuevo competidor de Uber Green?, al parecer allá va el negocio.