“Plants vs. Zombies”, “Battlefield”, “EA Sports FC” –antes FIFA– y “Los Sims” son videojuegos que niños, adolescentes e incluso adultos conocen a la perfección alrededor de todo el mundo. Pero esta semana no fueron esos 600 millones de fanáticos quienes se sorprendieron, sino los inversionistas de Wall Street.
La oferta de US$ 55.000 millones por Electronic Arts es encabezada por el fondo soberano de Arabia Saudita y la firma de capital privado de Jared Kushner, esposo de Ivanka Trump. La operación busca reforzar la apuesta del Reino en la industria de videojuegos y reposicionar a la compañía frente a los cambios en los hábitos de consumo.
Electronic Arts (EA), la compañía detrás de estos títulos y que registra ingresos anuales por US$ 1.900 millones, anunció a comienzos de semana que un grupo de inversionistas acordó su compra por US$ 55.000 millones con el fin de retirarla de la bolsa.
De concretarse, se configuraría como la mayor adquisición de una empresa listada en la historia. El acuerdo contempla pagar a los accionistas US$ 210 por acción en efectivo, una prima de 25% respecto del precio previo al anuncio.
Lo que más llamó la atención del mercado no fue solo el tamaño de la operación, sino también quiénes la lideran: el yerno de Donald Trump, Jared Kushner, en conjunto con el fondo soberano de Arabia Saudita.
El Fondo de Inversión Pública saudí, que ya controla cerca del 10% de EA, encabeza la compra junto con Silver Lake y Affinity Partners, la firma fundada y administrada por Jared Kushner, marido de Ivanka Trump. La operación se financiará, en parte, con un préstamo de US$ 20.000 millones de JPMorgan Chase.
Los planes detrás de la compra
En los últimos años, las compañías de videojuegos han debido adaptarse al cambio de hábitos de los jugadores. Los títulos diseñados para consolas como PlayStation y Xbox, así como para computadores de escritorio, han perdido terreno frente a juegos gratuitos como Fortnite y aplicaciones móviles de bajo costo de desarrollo.
Según analistas, el objetivo de los nuevos controladores sería reorientar la estrategia de EA para que sus franquicias más populares estén disponibles en múltiples plataformas, incluso de forma gratuita, generando ingresos mediante compras dentro de la aplicación y acuerdos con plataformas de streaming. Netflix, por ejemplo, ya explora opciones para atraer jugadores a sus televisores conectados.
Más allá del petróleo
La apuesta saudí no es casual. El Reino ha intensificado su inversión en videojuegos como parte de su plan de diversificación económica. En 2021, creó Savvy Games Group, con un presupuesto de US$ 38.000 millones para transformar al país en un hub global de videojuegos y esports.
Entre sus mayores operaciones figura la compra de Scopely por US$ 4.900 millones en 2023, firma que este año adquirió la división de videojuegos de Niantic –creador de Pokémon GO– por US$ 3.500 millones.
Arabia Saudita también ha invertido en otros deportes: respalda el circuito de golf LIV Golf, rival del PGA Tour, que fichó en 2022 al chileno Joaquín Niemann con un contrato de US$ 100 millones; participa en la Liga de Luchadores Profesionales; y ha financiado fichajes multimillonarios en clubes de fútbol saudíes, como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Neymar.
“El fondo está en una posición única en los sectores globales de juegos y deportes electrónicos, construyendo y apoyando ecosistemas”, señaló el jefe de inversiones internacionales del fondo, Turqi Alnowaiser, tras el anuncio del acuerdo por EA.
Kushner y la regulación
La gestora de fondos Silver Lake, con cerca de US$ 110.000 millones bajo gestión, es reconocida por protagonizar algunas de las mayores transacciones tecnológicas, como la privatización y posterior reentrada en bolsa de Dell Technologies.
En los últimos meses, Silver Lake también concretó la compra del 51% de Altera, la unidad de chips programables de Intel, en un acuerdo valorado en US$ 8.750 millones. Además, ha invertido US$ 400 millones en una plataforma destinada a asegurar energía para centros de datos, anticipándose al aumento exponencial de demanda energética que impulsa la computación en la nube y la inteligencia artificial.
Por su parte, la prensa describe a Kushner como el puente entre Arabia Saudita y Silver Lake. Su intervención fue clave para alinear intereses y convencer a los líderes saudíes de participar en la operación.
Su pasado como asesor en la Casa Blanca y su experiencia diplomática también son vistos como un factor para facilitar la aprobación política y regulatoria en Estados Unidos. En este caso, la operación deberá ser revisada por el Comité de Inversión Extranjera en EEUU, que analiza adquisiciones internacionales por motivos de seguridad nacional.
“No se suele pensar en videojuegos y seguridad nacional juntos, pero estas plataformas llegan a millones de estadounidenses y recopilan grandes cantidades de datos personales”, advirtió en The New York Times, el exfuncionario de seguridad nacional en la administración Biden, Aaron Bartnick.
El cierre del acuerdo se proyecta para el segundo trimestre de 2026. EA mantendría su sede en Redwood City, California, bajo la dirección de su actual CEO, Andrew Wilson. 