Cumplidos 15 meses desde que la estadounidense UHG anunció su decisión de vender Empresas Banmédica –controlador de la mayor red de clínicas y dos de las principales isapres en el país, además de activos en las áreas prestadora y aseguradora de salud en Colombia-, el mercado sigue a la espera del desenlace de uno los principales M&A en curso.
La operación encargada a BTG Pactual entró a su recta final tras la recepción de las ofertas a fines de agosto y vertiginosas negociaciones desarrolladas en las semanas posteriores hasta ahora bajo estricta reserva. Y a medida que se acercan los plazos del cronograma actual que prevé definir el deal entre el presente mes y el transcurso de noviembre, el proceso que llegó a concitar un total de ocho ofertas ha ido decantando en las últimas semanas en una dirección clara: la pérdida de protagonismo del grupo de interesados correspondientes a compañías que participan en el negocio de la salud en favor de los postulantes que tienen en común su pertenencia al sector financiero local e internacional.
De acuerdo a distintas fuentes consultadas, la dinámica de esta venta ha ido dejando fuera de carrera a los operadores estratégicos en salud que hasta ahora se perfilaban como serios aspirantes desde que UHG anunció su decisión de desinvertir en julio de 2024.
Según distintas fuentes de la industria, ese es el caso de Grupo Alemana –holding de la Corporación Chileno Alemana de Beneficencia que controla la Clínica Alemana, principal prestador en la zona oriente de Santiago, prestadores en regiones y la isapre Esencial-, que había mostrado un firme interés en el proceso desde mediados de este año. Para este efecto, la entidad trabajó en conjunto con el banco de inversión Altis y la firma de private equity Kinza Capital.
En una posición similar se encuentra la estadounidense Christus Health -grupo estadounidense que en Chile controla la Red de Salud UC Christus en asociación con la Universidad Católica- que fue una de las primeras instituciones de salud en manifestar su interés por Banmédica a inicios del presente ejercicio. Aunque desde el entorno de este grupo prestador indicaron no tener novedades sobre este proceso, fuentes consultadas de la industria coinciden en que no está en la lista corta de negociaciones.
De esta forma, desaparece del horizonte la posibilidad de que ambos actores aumenten su presencia en la salud privada local. Una eventualidad en la que destacaba la aspiración de las “joyas” de Empresas Banmédica, especialmente la clínica Santa María, que este año abre un nuevo centro en Los Domínicos que consolida su presencia en el sector oriente de la capital. Asimismo, Red Dávila, integrada por las clínica de Recoleta y Vespucio y centros médicos atrajo el apetito de otros actores del sector.
Y pese a la crisis sufrida en los últimos años por el sistema asegurador de salud privado, no pocos ven oportunidades para las isapres Banmédica y Vida Tres ante las señales de recuperación del rubro.
Previamente, desde el entorno de esta operación se vio fuera de competencia al grupo peruano Auna –dueño de clínicas (Delgado, Guardia Civil, y Bellavista en Lima) y redes ambulatorias en el vecino país, junto a seguros de salud y activos en Colombia (Grupo Las Américas) y México- que desde junio pasado se había posicionado como un firme postulante a adquirir todos los activos de Banmédica. Eso hasta fines de septiembre, cuando trascendió que su oferta terminó siendo considerada menos atractiva que la de otros postulantes perdiendo la oportunidad de prosperar.
La delantera de los operadores financieros
En este escenario, fuentes al tanto del avance de la venta indicaron que la “lista corta” quedó encabezada por Patria Investments –holding gestor de fondos de inversión con base en Brasil propietaria de Moneda Asset Management y al cual se asoció la firma Linzor Capital (excontrolador de Cruz Blanca), para esta operación-, y LarrainVial, encabezada por su emblemático socio Leonidas Vial, que para este efecto estableció una alianza con el grupo financiero colombiano Colpatria.
No obstante, la evolución de los acontecimientos no ha sido igual de positiva para todos los postulantes del sector financiero. Es así que versiones señalan que la propuesta de ACON Investments (compañía estadounidense de inversión de capital privado) no forma parte de la lista corta, mientras en la industria están expectantes en relación al resultado del fondo que se estaría estructurando el socio de Southern Cross, Raúl Sotomayor.
En estas semanas de negociaciones, distintas versiones coinciden que las ofertas que más han avanzado han propuesto un valor por los activos de Chile y Colombia por encima de los US$ 1.000 millones, e incluso, señalan que algunas se han empinado a niveles de US$ 1.200 millones.
Cabe señalar que UHG tomó el control del grupo Banmédica en 2018 en una operación por US$ 2.800 millones y que los activos en venta ahora no incluyen las clínicas y aseguradoras en Perú, cuya participación -equivalente a un 50% de Pacífico EPS- vendió directamente al socio local Credicorp en noviembre pasado.
El rumbo del proceso
La deriva de la operación en favor de entidades e inversionistas del sector financiero es vista por entendidos en el tema como una señal en dos sentidos. Primero, que la preferencia está por un proceso libre de procedimientos de control de libre competencia, los que habrían sido obligatorios para las ofertas de grupos de salud ya presentes en el país, escenario que implica el riesgo de extender la definición final por el tiempo que tome una aprobación a operaciones de concentración. Y, en segundo término, UHG habría privilegiado la negociación para todos sus activos en Chile y Colombia en un único proceso que ofrece dos ventajas: un trámite sencillo y tiempos más cortos.
Hasta ahora, la información pública que se maneja sobre este proceso es que no han existido notificaciones formales a los interesados en cuanto a rechazo a determinadas ofertas. Y en este compás, distintas fuentes consultadas advierten que aún está pendiente el pronunciamiento definitivo de UHG, conglomerado con una capitalización bursátil de US$485 mil millones que desde el año ha enfrentado sucesivas crisis que implicaron fuertes movimientos en su máxima cúpula ejecutiva, repercutiendo en la toma de decisiones. Incluso, hay quienes no descartan que la propia decisión de desinvertir en Chile y Colombia esté en revisión.
Con todo, las expectativas en el mercado local se siguen inclinando por esperar que el desenlace a este largo proceso se concrete en las próximas semanas.