Cines en Perú ya no podrán prohibir al público el ingreso de comida y anticipan alzas en precios de entradas

Las cadenas Cinemark y Cineplanet ya no podrán prohibir al público ingresar con sus alimentos a las salas de cine en Perú, tras una decisión que tomó el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi)

Tras la resolución, ahora las empresas tienen hasta el viernes 2 de marzo para realizar el retiro de los avisos que prohíben el ingreso con alimentos que no hayan sido comprados en la sala.

“Esta es una cláusula abusiva que tenían las cadenas de cines y que atenta contra los consumidores de manera directa", sostuvo Crisólogo Cáceres, presidente de la Asociación Peruana de Consumidores (Aspec), en declaraciones reproducidas por el medio local Gestión.

La entidad precisó que el público sólo podrá ingresar a las salas de cine alimentos iguales y/o de similares a los que se vendan en dichos locales.

Impacto en los ingresos

Según datos de Apoyo & Asociados, el negocio de la confitería representa 40,7% de los ingresos de Cineplanet, mientras que 53,4% proviene de la taquilla y 5,9% corresponde a ventas corporativas, publicidad y distribución de películas.

Y no solo es trentable para Cineplanet. Según Ernesto Aramburú, director Ejecutivo de Inversiones y Asesorías Araval, la venta de comida y snacks representa, en promedio, el 30% de las ventas para la industria en general. 

Alzas de precios

La medida generó polémica entre los expertos y algunos anticipan ahora alzas en los precios de las entradas. Andrés Calderón, profesor de la Universidad del Pacífico, aseguró que las cadenas de cines tienen derecho de limitar el ingreso de productos externos en sus establecimientos, como alimentos, en la medida que informen adecuadamente a los consumidores sobre su política. Por ello consideró que la medida del Indecopi está “contraviniendo la Constitución Política del Perú”.

“No se atenta contra la libertad de los consumidores. El consumidor puede comer antes o después de ir al cine. Y si no le gusta lo que vende el cine o no quiere pagar esos precios, puede ir a otro cine, o a otro tipo de espectáculos. Esa es la libertad del consumidor”, declaró a Gestion.

Asimismo, enfatizó que el Indecopi se está comportando como un regulador y no lo es, ya que no tiene potestad legal para decidir cómo debe ser la oferta de un servicio como el cine.

“Si un proveedor informa previamente las condiciones de su servicio, lo que debe hacer es velar porque se cumpla con lo que se informó al consumidor”, detalló.

Calderón advirtió que los cines podrían compensar una eventual caída en las ventas de confitería con un alza del precio de sus entradas o limitando las promociones.