Aterrizaje suave en la economía brasileña

Las autoridades han comenzado a aplicar medidas para impulsar la demanda y apoyar el consumo este año y el próximo.

Por: | Publicado: Jueves 24 de noviembre de 2011 a las 05:00 hrs.
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Las preocupaciones de principios de este año de que la economía de Brasil podría recalentarse se han ido. En cambio, la evidencia de una brusca caída está causando que las autoridades apliquen contramedidas para prevenir una mayor disminución en el crecimiento. Estas han incluido recortes de la tasa de interés y, más recientemente, un alivio en las restricciones del crédito para impulsar la demanda doméstica. Estos pasos ayudarán a apoyar el consumo este año y el próximo, pero podrían estimular la inflación y harán poco para mejorar las condiciones de los productores de bienes locales.



Revirtiendo el curso


En un contexto de estancamiento en la producción desde mediados de año y un ambiente económico mundial deteriorado, el banco central de Brasil (BCB) comenzó el 11 de noviembre a relajar algunas de las “medidas macroprudenciales” introducidas en diciembre pasado, las cuales apuntaban a reducir el crecimiento de los préstamos para vehículos, préstamos personales y de sueldos cuando Brasil estaba en riesgo de sobrecalentarse.

Los pasos tomados este mes están diseñados para complementar el impulso al crédito, y por tanto la demanda interna, del actual ciclo de relajación monetaria moderada que comenzó a fines de agosto, que ha llevado la tasa Selic desde un máximo de 12,5% a 11,5% actualmente. Esperamos otra rebaja de 50 puntos base en la reunión del BCB del 29 y 30 de noviembre, seguido de recortes adicionales a mediados de 2012 para dejar la tasa a 10,25%.

Con tales medidas las autoridades están intentando contrarrestar la declinación de demanda de exportaciones brasileñas y poner un piso bajo el descenso económico de este año (estimamos que el PIB será 3%, debajo del 7,5% en 2010) y que habrá un rebote en 2012. La política fiscal también se está volviendo más estimuladora, con un alza del salario mínimo de 14% que se espera entre en efecto en febrero.

Aunque estas medidas estimularán la demanda de los consumidores, los críticos sugieren que esto hará poco por solucionar el problema de débil producción.

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