Bruselas y FMI exigen cambios reales a Hungría

Organismo multilateral sólo otorgará préstamo clave a cambio de modificaciones de fondo a ley de independencia del banco central.

Por: | Publicado: Miércoles 18 de enero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Durante Navidad, miles de húngaros protestaron en Budapest contra leyes recientes que, en su opinión, erosionan la democracia. Esta semana hubo otra gran manifestación: miles de seguidores de un partido nacionalista de derecha quemaron una bandera de la Unión Europea y exigieron que el país abandonara el bloque.

Eso no sucederá. Pero tanto la UE como el FMI están dejando claro que no accederán a la petición húngara de negociaciones para un préstamo hasta que cambie algunas de las leyes recientes, tanto judiciales como tributarias, y sobre todo, una que amenaza la independencia del banco central.

Hungría necesita un urgente el préstamo, lo que implica casi con certeza que deberá ceder a la presión. El nerviosismo del mercado para las compras de deuda húngara y del florín aumentó por la decisión de Standard & Poor’s de rebajar la calificación de Austria la semana pasada. La agencia citó la exposición de los bancos austríacos a Hungría, un país conocido no sólo por su estancada economía, sino su tratamiento cada vez más hostil a los bancos extranjeros y los inversionistas en general. Si el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, no llega pronto a un acuerdo con el FMI, habrá una fuga de capitales.

La UE y el FMI han endurecido sus posturas. Si el país no cambia el rumbo en varias áreas, desde la independencia del banco central y la justicia hasta la política económica, puede olvidarse el préstamo. Orban parece tener escasas opciones excepto acceder a las demandas, aunque intentará evitar realizar cambios fundamentales.



Inequívoco


El jueves pasado, el principal negociador de Hungría se reunió con la jefa del FMI, Christine Lagarde, en Washington, para debatir el comienzo de negociaciones formales para un nuevo préstamo. El mes pasado, tanto el FMI como la UE abandonaron conversaciones preliminares, preocupados por una nueva ley para el banco central que Hungría se negó a aplazar hasta después de las negociaciones. Esta vez, el mensaje del FMI fue inequívoco: el diálogo formal no comenzará hasta que el Fondo haya visto “pasos tangibles que muestren el compromiso de las autoridades con todas las políticas importantes para la estabilidad macroeconómica”, afirmó Lagarde, y añadió que deberá lograr el apoyo europeo para cualquier ayuda.

Fue un claro ataque a las políticas económicas “no ortodoxas” de Orban, que han incluído la renacionalización de las pensiones y la imposición de tributos a sectores como el bancario para limitar el déficit del presupuesto. El FMI, al igual que los mercados, cree que no es una forma sostenible de limitar el déficit. Ahora la UE evalúa la cancelación de subsidios vitales si no hay cambios a la ley.

Aunque la nacionalización de las pensiones evitó un déficit el año pasado y ayudará a mantenerlo debajo del 3% del PIB este año, con el florín cerca de un mínimo récord frente al euro, y el costo de la deuda pública cada vez más insostenible, los mercados comparten la desconfianza de la UE (y el FMI) a estas medidas. Por eso las tres grandes agencias calificadoras internacionales rebajaron la deuda húngara a nivel “basura” en los últimos meses.

Ahora la cuestión es qué tan lejos llegará la UE para forzar a Hungría a revertir las medidas. Ya está claro que ni la UE ni el FMI aceptarán cambios menores ya aplicados a la ley del banco central como suficientes y Bruselas ha informado formalmente a Budapest que pretende impugnar la normativa ante la Corte Europea de Justicia.

Analistas temen que Orban intente tomar el pelo a los mercados: mantener abierta la posibilidad de un acuerdo con el FMI para tranquilizar a los inversionistas, dicen, aunque en realidad tiene escasas intenciones de hacer las concesiones necesarias para un acuerdo.

Si Orban quiere ayudar al florín y evitar el default, debe dejar de asaltar la democracia y revertir sus excéntricas políticas económicas.

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