El lago Vichuquén está en alerta. El emblemático destino ubicado en la región del Maule hoy se ve como una “sopa de arvejas”, huele a “podrido” y tiene “altos niveles de toxicidad”. Así lo afirman autoridades, vecinos y veraneantes del lugar. En respuesta, y tras analizar muestras de agua del lugar -específicamente de playa Paula-, el pasado viernes 5 de diciembre el Ministerio de Salud declaró a todo el cuerpo de agua de Vichuquén -cuya superficie es de 40km2 y su profundidad de 30m- zona de riesgo sanitario.
Esto prohíbe a los vecinos y veraneantes -hasta el próximo 29 de marzo de 2026- “utilizar el agua del lago Vichuquén para baño y actividades recreacionales con contacto directo o riesgo de ingesta accidental”, afirma la resolución del Minsal. Las multas por incumplimiento van desde 0,1 hasta 1.000 UTM.
Los motivos detrás de esta inédita crisis responden a varios factores, que se arrastran desde hace años en la zona. Van desde el uso de productos químicos por parte de los propietarios para cuidar sus jardines, que finalmente derivan en el lago; un mal sistema de alcantarillado y, por tanto, de gestión de residuos domiciliarios en el sector; sedimentos forestales que han sido arrastrados producto de lluvias en la zona; y, el factor más importante: la constante y masiva entrada de agua salada al lago tras el terremoto de 2010.
¿El resultado? Una masiva floración de cianobacterias en el lugar (ver recuadro), que ha puesto en jaque el destino de veraneo de históricos y emblemáticos personajes en el sector y, de paso, a una gran cantidad de locatarios cuyas economías dependen, en su mayoría, de la temporada estival. ¿Qué va a pasar este verano 2025 con Vichuquén? Aquí, algunas luces en voz de quienes mejor lo conocen.

Las primeras familias
Vamos con un poco de historia y geografía. La comuna Vichuquén -que, en mapuche significa “lugar aislado” o “culebra de lago”- está ubicada en el sector noroeste de la región del Maule y su principal cuerpo de agua es el lago Vichuquén. Este último desemboca en el océano Pacífico a través del río Llico.
Su masificación como lugar de veraneo comenzó en la década de los ‘80. Su cercanía con Santiago (cuatro horas en auto), su tranquilidad, sus paisajes y los deportes de agua que se pueden realizar en el lago mismo, hicieron que sus orillas se transformaran en un destino atractivo en los meses de verano. Las primeras familias en llegar fueron los Mujica, los Venezian y los Iraguen. “Así, el lago se transformó en un lugar con mucha gente de gran poder económico”, afirma a DF MAS el alcalde de Vichuquén Patricio Rivera. A la fecha, calcula el edil, a las orillas del lago se han construido cerca de 1.200 casas, de las cuales “más de un 90% pertenecen a veraneantes”.
Esa masificación, sin embargo, trajo consigo varios efectos colaterales: se comenzaron a talar bosques nativos, a hacer grandes movimientos de tierra para construir las casas; y, en el sector de Llico, particularmente, se construyeron viviendas a un costado del estero Llico, muchas de ellas sin un sistema formal de alcantarillado. “Toda esa carga ocupacional de alguna u otra forma fue alterando la composición del lago”, afirma Rivera.
27F: el colapso
El peak del ecosistema del lago Vichuquén no ocurrió hasta el año 2010, con el terremoto del 27F. El movimiento telúrico hizo que el nivel del agua del lago bajara y que, en consecuencia, entraran a él -a través del estero Llico- grandes cantidades de agua salada. Eso hizo que se pudrieran las algas que funcionaban como filtro del agua y “se perdiera el equilibrio natural del lago”, explica Rivera.
Entre 2013 y 2015, organismos del Estado como la Dirección de Obras Portuarias, la Dirección de Aguas y la Armada, junto con la Municipalidad de Vichuquén y organizaciones locales, se sentaron a trabajar en un protocolo que solventara la situación.

El acuerdo al que se llegó, en resumidas cuentas, estableció que la entrada y salida del agua del mar al lago Vichuquén se regularía según el nivel del agua, con una barrera de arena -tradicionalmente intervenida por los mismos locales de la zona-, manipulada por la misma municipalidad con permiso previo de parte de la Dirección de Obras Portuarias. “Y así el lago se fue manteniendo. No podemos decir ‘mejorando’, porque seguían existiendo los nutrientes producto de la contaminación, pero en definitiva funcionaba de mejor manera”, afirma el alcalde.
En 2019 y en 2021 el lago sufrió nuevos periodos de contaminación que obligaron a su cierre temporal; sin embargo, precisa el edil, “fueron de mucho menor nivel”.
La situación dio un vuelco en 2023, cuando un grupo de vecinos de Vichuquén -en conjunto con la ONG medioambiental, FIMA- presentaron un recurso de protección y alegaron que la barrera de arena no se debía manipular artificialmente. En junio de 2024, la Corte Suprema falló a favor del recurso. “Eso hizo que no pudiéramos intervenir la barrera en 2024 y quedara abierta durante ocho meses. Y ahí, por supuesto, se alteró todo el sistema”, afirma Rivera.
Eso nos lleva a hoy: actualmente, calcula Rivera, casi un tercio del lago Vichuquén es de agua de mar, lo que potencia la existencia y expansión de la denominada y temida cianobacteria (ver recuadro). A la fecha, se conocen 11 casos de mascotas que han fallecido producto del contacto con el agua del lago. Aún no se registran casos humanos.
¿Hay o no hay verano?
La situación tiene en alerta a los vecinos. Algunos de los nombres que circulan en los grupos de WhatsApp son el actor Cristián de la Fuente y su exmujer, Angélica Castro; el fundador de Mall Sport, Jorge Galmez; el empresario Max Marambio; la abogada Esperanza Cueto; miembros de la Familia Kaufmann; entre otros.
¿Irán este verano a Vichuquén? Las respuestas son variadas.
Ramiro Urenda, ex gerente general de Derco, veranea en Vichuquén desde que tiene memoria y hace 50 años tiene su casa a las orillas del lago. Este 2026, afirma, será el primer verano que no irá. “Mi señora no va a llegar con ningún nieto, no iremos con ningún perro, nada“, cuenta. “Es por un tema de salud, pero con mucho dolor de la familia”, añade. “Por un momento teníamos pensado ir, pero a ella le afecta la toxicidad del lago y se le irritan los ojos”, cuenta. El olor en el lugar, prosigue, es “desagradable”. “Tienes que estar adentro, idealmente con aire acondicionado”.
Carlos Cardoen, empresario chileno e hijo ilustre de la municipalidad de Vichuquén, opina diferente y afirma que, al igual que durante los últimos 50 años, sí irá a Vichuquén: “Tengo 24 nietos y tres bisnietas, imagínese que los voy a dejar y no estar con ellos”, dice.
Para él, “hay que ver esto con optimismo”. “El lago es tan buen amigo que se recupera. Estas cosas son pasajeras, como también son estos personajes, disruptivos e ignorantes que se meten a opinar sobre lo que no conocen”, afirma, refiriéndose al grupo medioambiental que presentó el recurso. “Sabemos que hay que tener especial cuidado de no bañarse en el lago, pero también hay muchas otras cosas que hacer más allá de los deportes náuticos”.
Pablo Mekis vive en Vichuquén desde 2009 y desde hace 15 años es dueño de la inmobiliaria Pablo Mekis Propiedades, en la misma comuna. Este verano, cuenta, no abrirá su oficina “hasta que vea que hay un cambio en el lago y que está sanando”.
De todas formas, afirma que la situación lo tiene con sentimientos encontrados: “Toda la gente que vive de la economía de la comuna lo va a pasar mal. Yo estoy de acuerdo con eso, pero estoy feliz por otro lado de que finalmente el Estado y las autoridades y toda la gente que rodeamos, vivimos o participamos de la comuna de Vichuquén vamos a arreglar este problema (...). Como corredor de propiedades, yo voy a dejar de recibir un ingreso quizás por mucho tiempo, pero no importa, prefiero estar tranquilo hasta que el lago Vichuquén mejore”.
El actor y presentador de TV, Felipe Viel, también irá este verano. Y lo hará acompañado de su hermana Catalina, quien tiene una fundación para apoyar a los emprendedores de la zona: Impulsa Vichuquén. “En este minuto nuestro foco está en la gente que vive allá y que depende del verano, más que del lago. Entonces indudablemente que vamos a ir y vamos a hacer la gran mayoría de las actividades que hacíamos”. Pero precisa: “Hay una responsabilidad sanitaria también, que depende de si tu casa utiliza agua del lago para los quehaceres o tienes pozo, que es nuestro caso. Los que dependen del agua del lago indudablemente, aunque quieran ir, se les hace un poco más complicado”.
¿Qué sigue?
Para el alcalde, el verano 2026 para Vichuquén “es un verano perdido”. De todas formas, precisa, desde la municipalidad están trabajando en un plan para reactivar la economía del sector y realzar otros lugares turísticos de la comuna, no relacionados al lago propiamente tal.
Sobre posibles soluciones, afirma que la municipalidad ya ingresó a la Dirección General de Aguas un plan para poder controlar la barrera de arena y poder dar cumplimiento al fallo de la Corte Suprema. En enero próximo, la Comisión de Medioambiente del Senado sesionará en el lago Vichuquén mismo para evaluar la situación y posibles soluciones a largo plazo.
¿Qué son las cianobacterias?
El geólogo chileno y especialista en recursos hídricos, Cristóbal Machuca, explica que las cianobacterias son “organismos muy antiguos, también conocidos como algas verdeazuladas”. Aclara que “son bacterias, pero tienen la capacidad de hacer fotosíntesis como las plantas” y que están presentes en casi todos los cuerpos de agua, "pero en cantidades bajas, que son inofensivas”.
El problema, explica, surge “cuando las condiciones son favorables (mucha luz, agua tibia y "comida" de nutrientes) y se reproducen explosivamente”. En ese escenario, “consumen el oxígeno disuelto y generan zonas muertas donde los peces no pueden respirar”, además de producir toxinas que “pueden provocar irritación en la piel e intoxicaciones graves si se ingieren”.
No son “bacterias asesinas”, pero advierte que “si una persona ingiere agua contaminada, o si un perro bebe de la orilla, el riesgo de intoxicación grave o muerte (especialmente en mascotas y fauna local) es real. Por eso se prohíbe el contacto con el agua”. Sobre el color turbio del agua del lago Vichuquén, el especialista afirma que “se debe a la densidad de población de las cianobacterias. El lago, especialmente durante los máximos de floración, tiene trillones de estas bacterias microscópicas flotando juntas. Están tan apretadas que el agua pierde transparencia y toma ese aspecto espeso y verdoso, similar a una crema de verduras”.