DF Constitucional

La previa en la instalación de los constituyentes: grupos de whatsapp y los infructuosos esfuerzos para la articulación

Con reuniones presenciales o vía Zoom se comienzan a contactar los constituyentes, pero aún no surgen iniciativas concretas de organización y menos, de acuerdos.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Lunes 14 de junio de 2021 a las 08:07 hrs.
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Este miércoles 16 el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) proclamará oficialmente a los 155 candidatos electos para la Convención Constitucional. A partir de esa fecha comienza a correr el plazo de tres días que tiene el Presidente de la República para enviar el decreto supremo, convocando a la instalación de la primera sesión de la Convención Constitucional, lo que se podría concretar la primera semana de julio. Iniciando con ello el proceso de nueve meses para la redacción de la nueva Constitución o un año, de ser necesario extender el plazo, lo que tal como están las cosas en el escenario previo, parece inevitable.

Los convencionales electos comenzaron a contactarse o reunirse desde la primera semana tras la elección. Los más entusiastas, comenzaron a contactar a sus pares la misma madrugada del 17 de mayo, cuando ya existía bastante certeza de los resultados. Uno de ellos fue el abogado independiente Rodrigo Logan quien creó un grupo de whatsapp para conocer a sus pares "lo más rápido posible", no había tiempo que perder.

"Rodrigo Logan por acá. ¿Te tomarías un café conversado conmigo?", era la invitación que mandó a todos los contactos que pudo conseguir esa madrugada. Y recibió una buena cogida, ya que de manera presencial o por video conferencia se ha reunido con muchos de sus pares, entre ellos Marcela Cubillos, Teresa Marinovic, Felipe Harboe, Mauricio Daza, Arturo Zúñiga y Fuad Chahin, entre muchos otros. Aunque con el último ya se conocían.

Estas conversaciones lo han dejado optimista en orden a que existe ánimo de dialogar en todos los sectores; sin embargo, las señales públicas que están dando los distintos grupos representados en la Convención no son tan halagüeñas, ya que la ansiedad por ganar influencia dentro del organismo está provocado que los grupos o listas que eligieron más convencionales en la oposición opten por no alinearse con sus pares y seguir un camino propio.

Esto ocurre con los representantes del Partido Socialista que tienen 15 convencionales o la lista Apruebo Dignidad, que tiene 29 y un grupo que se ha autodenominado la "Vocería de los Pueblos" que agrupa a representantes de los pueblos originarios y de la Lista del Pueblo (34 en total), que parecen ser más radicales en sus posturas, pues plantean no estar subordinados al Acuerdo por la Paz suscrito el 15 de noviembre de 2019 y que dio origen al proceso constituyente, lo que ha generado un enorme rechazo en el mundo político.

Cosas como esta preocupan a algunos de los constituyentes que temen que los sectores más radicalizados tomen fuerza en la convención y pretendan ir más allá del mandato que les otorga la Constitución.

Quien también creó un grupo de whatsapp para coordinar a los representantes de la Lista del Apruebo, es el exdiputado Renato Garín. La idea, comenta uno de los participantes, es que el grupo vaya creciendo, sumando a independientes, por ejemplo.

Y aunque la mayoría coincide en que no quieren agruparse como bancadas, siguiendo el diseño del Congreso, lo cierto es que en los hechos todo indica que eso podría ocurrir aunque con distintos nombre.

Presidencias interina y permanente

El primer desafío será nombrar al presidente interino que deberá abrir la primera sesión de la Convención y respecto de este punto no hay acuerdo aún. Sin embargo, se ha conversado el tema y Logan señala que existen varias posibilidades que se han discutido. Que sea el convencional de más edad, responsabilidad que recaería en el exsenador Jorge Arancibia, pero su nombre no genera consenso; otra posibilidad que se ha discutido es que abra la sesión el presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva. Algunos plantean que sea una mujer y otros plantean que podría ser el propio Presidente de la República, ya que nada se lo impide.

Superado este tema, los convencionales deberán elegir, por mayoría absoluta, una mesa con un presidente y un vicepresidente. Y ahí ya hay problema para ponerse de acuerdo. Se plantea que debería ser una mujer la presidenta, dado el sentido paritario y de la Convención; también que debería ser un representante de los pueblos originarios. Que el vicepresidente tendría que ser hombre para mantener la paridad e incluso algunos –en contra de lo que señala la Constitución- han planteado que debería haber cinco vicepresidencias. Algo con lo que la constituyente Constanza Hube (UDI) no está de acuerdo y recuerda que la Constitución dejó este tema bien claro, pues explicita que la mesa estará compuesta por un presidente y un vicepresidente.

Tampoco cree que la mesa deba ser necesariamente paritaria ni que se dé por sentado que la deba presidir una mujer o un representante de los pueblos originarios, no cree que esos deban ser los criterios para elegir estos cargos. En contraste, el constituyente y exministro Marcos Barraza (PC) es enfático sobre este punto. No sólo estima que se debe elegir la mesa con criterios de paridad, sino que sostiene que la presidencia debe estar en manos de una representante del pacto lista Apruebo Dignidad.

Otro problema es que la Constitución no detalla las funciones del presidente y el vicepresidente; sin embargo, algunos convencionales especulan que el vicepresidente estaría a cargo del presupuesto, lo que complejiza aún más su elección.

Reglamento

Saltada esta valla, le sigue otra más importante aún que es la elaboración del reglamento que guiará todo el proceso y que deberá ser aprobado con un quórum de 2/3, lo que requiere de acuerdos amplios que por ahora parecen difíciles de alcanzar.

Las ideas sobre cómo organizarse para realizar esta labor también son variadas. Para este objetivo han circulado múltiples propuestas de centros de estudios y otras, incluso de experiencias comparadas; pero Logan advierte que "no es correcto adoptar reglamentos de otros procesos", mientras que el expresidente de la DC, Fuad Chahin, señala que se debería crear una comisión que lo elabore, porque de lo contrario el proceso se hará interminable.

Por su parte, Barraza plantea que en lo personal estima que "lo ideal es que la Convención tenga todos los rasgos de una asamblea constituyente", es decir, que haya participación activa de la ciudadanía y que el Reglamento establezca los criterios pare ello.

El constituyente del PS, Ricardo Montero, explica que su sector se está organizando en el "colectivo de constituyentes socialistas" y que están trabajando en una propuesta de reglamento para lo cual han sostenido reuniones periódicas. Dice que desde deben ir conversando con todas las fuerzas representadas en la Convención, para "avanzar con tranquilidad, pero sin pausa", porque hay que generar un clima para acuerdos amplios. Aunque, al menos en la 'previa' no parece estar consiguiéndose ese objetivo.

Comisiones

Conformar las comisiones será otro gran desafío. Cuántas comisiones se conformarán, cuántas de ellas temáticas, sobre qué temas, de cuántos integrantes. Todas las respuestas a estas dudas son un misterio aún. Pese a que existe más coincidencia que en otros ámbitos. Todos o una gran mayoría estima que debería haber una Comisión de Régimen Interno (o algo similar) y Participación Ciudadana.

En este sentido, Hube plantea que en el caso de las comisiones temáticas menos es más. Ella se imagina cuatro: Derechos Fundamentales, Organismos Autónomos, Régimen de Gobierno y Disposiciones Generales. Diseño que más o menos comparte Chahin, quien además adelanta que si no están organizados para la instalación, sólo el proceso de elaborar el reglamento les tomará a lo menos 45 días siendo optimistas.

Mientras que Logan pone en énfasis en comisiones de Pueblos Indígenas y Medio Ambiente; Justicia e Institucionalidad y Descentralización. Y entre una propuesta y otra hay decenas de posibilidades y mezclas, pero lo cierto es que no hay nada concreto, salvo actividades más bien de índole político que están realizando algunos grupos –como se ha mencionado más arriba- y que podrían terminar afectando negativamente al proceso.

Hube reconoce que lo variopinto de la conformación del organismo, efectivamente, podría dificultar los acuerdos; pero está convencida de que el plazo establecido para elaborar la nueva Constitución, con un máximo de 12 meses, es "un incentivo" para alcanzar consensos.

Por último está el hecho de que aún no se sabe si la reunión de instalación y las que le seguirán serán presenciales o no. Constanza Hube señala que preferiría que los encuentros fueran presenciales, porque esto facilita generar lazos para convocar y dialogar, sostiene.

 

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