Apple se enfrenta a un conjunto de desafíos técnicos y regulatorios sin precedentes, justo cuando algunos de sus principales ejecutivos están listos para subir al escenario este lunes en la conferencia anual de desarrolladores de software de la compañía.
En el plano técnico, muchas de las funciones de inteligencia artificial (IA) largamente esperadas que Apple prometió en la misma conferencia hace un año se han retrasado hasta el próximo año, incluso cuando sus rivales, como Google (de Alphabet) y Microsoft, están cortejando a los desarrolladores con una gran cantidad de nuevas funciones de IA. Entre esas promesas incumplidas se incluían mejoras clave para Siri, su asistente digital.
En el frente regulatorio, los tribunales en EEUU y Europa están a punto de desmantelar los lucrativos muros que rodean la App Store de Apple, mientras incluso algunos de los antiguos partidarios de la compañía cuestionan si sus tarifas están justificadas.
Estos desafíos alcanzan su punto máximo justo cuando el Presidente de EEUU, Donald Trump, ha amenazado con imponer aranceles del 25% sobre el iPhone, el producto más vendido de Apple. Las acciones de Apple han caído más de un 40% desde comienzos del año, una baja más pronunciada que la de Google y también rezagada respecto de las ganancias impulsadas por la IA en las acciones de Microsoft.
Apple ha lanzado algunas de las funciones de IA que prometió el año pasado, como un conjunto de herramientas de redacción y de generación de imágenes, pero aún depende de socios como OpenAI, creador de ChatGPT, para algunas de esas capacidades. Bloomberg ha informado que Apple podría abrir este año sus modelos de IA desarrollados internamente para los desarrolladores.
Lentes inteligentes
Sin embargo, los analistas no creen que Apple cuente todavía con lo que los tecnólogos llaman un modelo "multimodal", es decir, uno capaz de comprender imágenes, audio y lenguaje al mismo tiempo, que podría alimentar un par de lentes inteligentes, una categoría que se ha convertido en un éxito rotundo para Meta Platforms. Google anunció el mes pasado que volverá a apostar por esta categoría, junto a socios.
Estos lentes, que son mucho más livianos y baratos que el visor Vision Pro de Apple, podrían resultar útiles porque entenderían lo que el usuario está viendo y podrían ayudar a responder preguntas al respecto.
Mientras Apple se ha enfocado en su visor Vision Pro de US$ 3.500, Google y Meta han apostado por los lentes inteligentes como una forma más económica de desplegar sus capacidades de software de IA frente a Apple en su terreno fuerte: el hardware. Todos los modelos de los Ray-Ban de Meta se venden por menos de US$ 400.
Los analistas afirman que Apple debe responder a ese desafío, pero que probablemente no lo hará esta semana.
“No intento reemplazar mi teléfono; esto es algo complementario que me da más contexto del mundo, porque tiene una cámara, ve lo que yo veo y puedo hablarle en lenguaje natural”, dijo Ben Bajarin, CEO de la consultora tecnológica Creative Strategies. “Apple no está posicionada para hacer eso”.
Eso sí, los rivales de Apple no llevan una ventaja definitiva en lentes inteligentes. Anshel Sag, analista principal de Moor Insights & Strategy, dijo que los Ray-Ban de Meta aún carecen de algunas funciones y que Google todavía no ha llevado su modelo "Gemini" a un par de lentes para el mercado masivo.
“Meta tiene el liderazgo indiscutido, pero Google se está poniendo al día rápidamente y probablemente tiene la IA mejor adaptada para esta tarea”, dijo Sag. “Vision Pro es genial, pero es un producto de exhibición que los desarrolladores pueden usar”.
Por su parte, Bob O'Donnell, CEO de TECHnalysis Research, dijo que aún está lejos de quedar claro que los lentes inteligentes vayan a lograr una adopción masiva. También señaló que no es seguro que Apple esté en una desventaja particular si se asocia con una empresa como Google, OpenAI o incluso una firma más pequeña como Perplexity para su tecnología central de IA.
Hasta ahora, afirmó O'Donnell, no hay evidencia sólida de que los consumidores estén tomando decisiones importantes de compra de hardware basados en funciones de IA.
“Se puede argumentar que está bien que (Apple) esté rezagada porque, salvo para los más entusiastas, a la mayoría de la gente no le importa”, dijo O'Donnell.