El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) y la robótica física continúa desplazándose desde la experimentación hacia casos de uso cada vez más concretos.
Por ejemplo, se espera el despliegue de modelos de IA en salud, de agentes autónomos en industrias como minería y retail, hasta autos autónomos sin pedales ni volantes.
En tanto, los robots que más rápido avanzan, son aquellos que apoyan tareas de automatización en manufactura, por ejemplo, en la industria automotriz. Además, ya se han visto en acción algunos ejemplares que realizan tareas de servicio en restaurantes y hoteles.
Pero la investigación sigue su curso y existen prototipos de robots humanoides para la educación, tareas domésticas e incluso de apoyo emocional, y algunos, como el Neo de 1X Technologies, ya tienen órdenes de precompra.
Cuatro expertos en IA y robótica identificaron algunas de las aplicaciones tecnológicas cuya llegada al mercado se proyecta para 2026, así como el impacto que podría significar su uso para las industrias y sectores.

El exoesqueleto EksoVest de Ekso Bionics fue probado en una construcción en EEUU.
Agentes autónomos y robots humanoides
La CEO de Singularity University Chile, Bárbara Silva, señaló que 2026 será el año en que los agentes autónomos de IA -aquellos capaces de ejecutar tareas solos- “pasen de ser copilotos a convertirse en ejecutores operativos”.
Agregó que no reemplazarán al humano, pero “amplificarán su alcance, su capacidad de análisis y su velocidad”, con aplicaciones en minería, retail, manufactura, energía y servicios financieros.
“Por ejemplo, en el retail veremos vendedores equipados con copilotos que recomiendan productos según el comportamiento del cliente. Esto da más tiempo para venta consultiva y menos para tareas repetitivas”, dijo.
También comentó que los precios de los robots humanoides y cuadrúpedos, con usos en diversos sectores -como logística, salud y educación-, “han caído entre un 80% y 90%” en dos a tres años, por la producción a escala y la integración con IA, principalmente en China.
Un escenario que está “abriendo la puerta” para su adopción en educación, salud, logística, cuidados y retail, y destacó el caso de la compañía china Unitree Robotics, que desarrolló este tipo de robots con precios que van “desde los US$ 2.800”.

El Cybercab de Tesla no tiene pedales ni volante.
Drones de última milla
El cofundador de Zippedi y director del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia), Álvaro Soto, comentó que los drones han alcanzado un nivel de madurez que ha permitido su uso para última milla o reparto a domicilio.
“Pueden transportar cargas de entre tres y cinco kilos y operar eficientemente en trayectos cortos”, afirmó.
Mencionó que en Estados Unidos compañías como Amazon y Walmart ya realizan pilotos de entrega autónoma con drones, los que -prevé- aumentarán en 2026.
Soto destacó la ventaja de esta tecnología para aprovechar el espacio aéreo como vía para evitar la congestión terrestre, pero indicó que su masificación para el delivery “probablemente va a traer algún tipo de regulación”, debido a la necesidad de ordenar el uso del espacio aéreo.

El robot Kaleido 9 de Kawasaki Heavy Industries para tareas de asistencia en desastres.
IA para la salud y vehículos “nativos autónomos”
La directora de empresas y experta en IA, María Francisca Yáñez, planteó que 2026 marcará un “punto de inflexión” en los sistemas de salud, donde el uso de modelos de inteligencia artificial permitirá “amplificar” sus capacidades.
Dijo que en países como Reino Unido ya están piloteando esta tecnología para la revisión de antecedentes, interpretación de exámenes y evaluación inicial de pacientes en las primeras capas de atención.
“Vamos a tener triage (priorización) inteligentes que, por ejemplo, escuchen síntomas (...) Creo que va a ser un complemento a la capacidad humana, pero va a permitir aumentar la capacidad que siempre es restringida de los sistemas de salud a nivel global, y esperamos que también en Chile”, afirmó.
Otro frente será la integración de modelos de IA entrenados para consultas clínicas, capaces de escuchar al paciente y completar automáticamente su ficha médica, por lo que “el médico, en vez de estar detrás de una pantalla escribiendo los síntomas, está mirando al paciente y teniendo un contacto humano mucho más fuerte”.
Yáñez también destacó la irrupción de vehículos “nativos autónomos”, es decir, cuyo funcionamiento depende de sensores e inteligencia artificial, diseñados sin volante ni pedales. Ejemplificó con el caso del Cybercab anunciado por Tesla, cuya producción a escala está programada para abril del próximo año.

El dron Amazon Prime Air MK27-2 está destinado para el delivery.
Exoesqueletos
El director ejecutivo de Data & AI en Accenture Chile, Francisco Rojas, afirmó que los exoesqueletos, es decir, trajes robóticos capaces de aumentar la fuerza, la resistencia o la movilidad humana -hoy utilizados en la industria automotriz o en la salud-, “están encontrando aplicaciones más allá de los pilotos experimentales”.
Por ejemplo, en sistemas de asistencia para la marcha y para acelerar la recuperación de pacientes con lesiones motoras, “ampliando las capacidades de rehabilitación tradicional”.
Dijo que el próximo año llegarán a las industrias de manufactura y logística, en tareas que requieren esfuerzo físico repetitivo, para reducir lesiones y mejorar la eficiencia operativa.
También proyectó que se verán mayores usos en defensa y seguridad para asistir a personas en tareas de carga o despliegue en terrenos complejos.
“El mercado global de exoesqueletos fue estimado en cerca de US$1.400 millones en 2025 y se proyecta que crecerá con una tasa compuesta de 33,8% hasta 2032, alcanzando más o menos los US$ 11 mil millones”, dijo.
No obstante, señaló que su adopción masiva enfrentará barreras como costos, adaptación de procesos y formación de talento especializado.