Diputado udi en reemplazo de Gonzalo Uriarte: “Nadie tiene el derecho a destruir el partido de Jaime Guzmán”

Yo no he notado pugnas internas (en la UDI) y si hay alguna fisura, intentaré modestamente realizar todas las acciones necesarias con cada uno de los denominados “coroneles” para que se mantenga la unidad”.

Por: | Publicado: Sábado 5 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.
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Patricia Arancibia Clavel



Cristián Letelier Aguilar (56) juró este miércoles como diputado, llenando la vacante dejada por Gonzalo Uriarte, quien, a su vez, reemplazó a Evelyn Matthei en el Senado. Pese a que no es un hombre conocido por la opinión pública, no hay nadie al interior de su partido que no le reconozca los méritos para asumir el cargo. Abogado de importantes causas como el caso Spiniak y activo litigante en emblemáticos procesos de corrupción como el MOP-GATE y EFE, Letelier es un UDI de la vieja guardia que representa lo más genuino del partido fundado por Jaime Guzmán. Hasta hoy, éste sigue siendo su principal y más importante referente político y moral.

Contento y orgulloso por el reconocimiento que significó que la directiva lo designara en esta nueva tarea, ya dejó atrás la dirección del Diario Oficial y se apresta con gran optimismo a cumplir su rol parlamentario.



-¿Quién es Cristián Letelier?


-Una persona que se entrega por entero a la gente y a las causas en las que cree. Soy abogado y la parte humana, la relación con los demás ha sido y es algo muy importante en mi vida personal y profesional y que quiero mantener incólume. Quizás por eso, siempre fui crítico, por ejemplo, a la Defensoría Penal Pública, donde, salvo excepciones, uno se encuentra con carpetas y al defendido se le conoce en la audiencia…


-¿Te habías imaginado que llegarías a la Cámara formando parte de una de las principales bancadas del Parlamento?

-Ni en sueños. Mis proyectos eran mantenerme en la abogacía donde me estaba yendo muy bien. Estaba muy contento en el Diario Oficial, pero asumo esta tarea con enorme fe y optimismo. Me emociona mucho saber que ya formo parte de esta bancada porque la UDI es parte fundamental de mi vida, es mi familia. Me siento totalmente identificado con ella desde que siendo un adolescente liceano conocí a Jaime Guzmán, un amigo, un maestro que ha guiado mis pasos en política y que me conquistó con sus sueños, proyectos y aspiraciones para Chile.



-¿Te afecta la forma en que llegaste a la Cámara, como un diputado “designado”?

-No, porque el sistema utilizado es a mi juicio muy legítimo, está en la Constitución Política que fue originada por todos los partidos, sancionada por el Parlamento y ratificada y publicada por Ricardo Lagos con su firma. Es cierto que en un momento la UDI se opuso, pero no me vengan con cosas… Estamos haciendo uso de un legítimo derecho.



-¿Cuáles son tus grandes desafíos ahora?

-En lo personal, y por un asunto de amor propio, reelegirme. Eso lo tengo clarísimo. Pero, en lo legislativo, aprovechando mi experiencia de abogado, apoyar los proyectos del gobierno, aportar ideas e intentar mejorar la imagen que se tiene de los políticos. La presidencia de Patricio Melero va en esa misma línea. Debemos cooperar a reivindicar el trabajo político, a que la gente nos vea más cercanos, a mostrar que lo que nos importa son los demás y no nosotros. Espero nunca olvidar que estoy representando a la UDI, una fuerza creadora que busca servir a Dios, a Chile y a los más pobres.



-¿Qué está pasando al interior de la UDI? Ya no es el partido monolítico de antaño y las diferencias y tendencias en su interior se dejan ver cada vez con más fuerza…

-Se dice que la UDI cambió y es un partido más, pero pienso que no es así. Somos una gran familia que, a veces, en lo accidental, podemos tener visiones distintas, pero que en lo sustancial pensamos igual. Yo no he notado pugnas internas y si hay alguna fisura, intentaré modestamente realizar todas las acciones necesarias con cada uno de los denominados “coroneles” para que se mantenga la unidad. Nos costó tanto llegar a esto, que nadie tiene el derecho a destruir el partido de Jaime Guzmán, un partido de inspiración cristiana, popular, cuya principal preocupación es superar la pobreza. Yo espero que estas cosas que se perciben desde afuera, que Coloma dice una cosa y que Chadwick dice otra, no pasen más allá de ser disensiones legítimas, se terminen y sigamos siendo un partido granítico, ya que eso ha sido una de nuestras grandes fortalezas.



-El caso van Rysselberghe ha generado graves problemas al gobierno. ¿Qué responsabilidad siente la UDI luego de conocerse la última encuesta Adimark?

-Este episodio con la intendenta del Biobío no fue otra cosa que un ataque político de un senador que tiene intereses electorales en la zona. Con todo, yo lo que puedo admitir es que quizás la defensa no se hizo con la eficiencia debida, pero -en lo principal- ésta estuvo bien. ¿Por qué? Porque aquí no hubo irregularidad administrativa, no hubo delito de ninguna especie. El presidente de la República adoptó la medida que en justicia correspondía. Muchas veces -y lo decía Jaime Guzmán-, los liderazgos sufren cuando no transas con la mayoría, pero aquí no se puede gobernar por encuestas, se debe gobernar defendiendo los principios en los que se cree y actuar en consecuencia. Aquí se actuó con sentido de justicia frente a una militante importante de la UDI que recibió un ataque político. Y si al gobierno le fue mal en la encuesta, bueno, habrá que seguir trabajando para demostrarle al país que se está mejor en un año que en veinte años con la Concertación.



-Es muy posible que la oposición logre alinearse y presente una acusación constitucional…

-Aquí hay falta de ecuanimidad y seriedad. Cualquiera sea la posición política que uno tenga, debe, en primer lugar, establecer si el acto que se quiere reprender se enmarca y ajusta a lo que la Constitución señala, y, está claro que en este caso no se ajusta. ¿Ha vulnerado la intendenta los principios de probidad, fundamento de la acusación constitucional? A mi juicio, claramente no. Ergo, no cabe. Creo que la oposición tiene que aprender a ser oposición, le ha costado después de veinte años en el gobierno y ha ido más allá. Nosotros actuamos de forma muy diferente en nuestros cuatro primeros años de oposición. ¿Qué hicimos? Colaborar con Patricio Aylwin. Jaime Guzmán fue el primero que llegó a acuerdo para que Gabriel Valdés fuera presidente del Senado, lo que conviene recordarlo. Todas las comisiones se armaron en consenso. RN y la UDI apoyaron al gobierno, con amistad cívica. El país no quiere peleas, tenemos que trabajar juntos por el bien de Chile y eso no lo está haciendo la oposición. Hay que permitirle al gobierno que construya.



-¿Por qué el gobierno no logra remontar en las encuestas y sí lo está haciendo la oposición?

-Si tuviera que hacer una analogía, diría que al gobierno le está pasando lo mismo que a ese abogado que está haciendo bien las cosas, ha avanzado, el juicio va bien encaminado, ha alcanzado logros importantes, pero, sin embargo, el cliente no está contento porque tiene dudas. ¿Habré elegido bien? El gobierno en verdad está haciendo muchas cosas, está muy aplicado, todos trabajando para el bienestar de los chilenos. De hecho, el empleo, la economía así lo indica como también los grandes proyectos como el de educación, ahora el post-natal, etc., grandes avances que la Concertación no logró implementar. El problema es netamente comunicacional y hay que mejorar. Nosotros los de la UDI estamos participando activamente y de manera muy leal a sacar adelante el programa de gobierno y lo seguiremos haciendo como corresponde.



-Se viene un año movido en el ámbito legislativo. De partida, tenemos el post natal de seis meses propuesto por el gobierno. ¿Crees que habrá ambiente para su aprobación?

-La ley tiene que recoger la realidad y reflejar lo que pasa en la vida diaria. Resulta que las madres quieren estar más con sus hijos, amamantarlos, pero sólo podían hacerlo por la vía de las licencias médicas. Hay que transparentar la situación. Los niños son lo importante. Estamos haciendo algo muy bueno, no sólo porque se está cumpliendo una promesa de campaña, sino porque se está favoreciendo a la familia. Con la nueva ley, se va a evitar el sofisma de las licencias.



-Y ¿qué hay respecto al peligro que disminuya la contratación de mujeres en edad fértil?

-No será así. Los empresarios son razonables. Deben confiar que las mujeres son excelentes trabajadoras, leales, honestas y comprometidas con la empresa que les da trabajo.



-¿Vas a participar en el proyecto de uniones de hecho?

-Formo parte de la comisión de la UDI que elaboró el proyecto que se conoció públicamente. Ahora lo estamos perfeccionando y en su momento se lo entregaremos a la directiva para que lo estudie y lo presentemos para que se convierta en ley. Los tiempos han cambiado y la realidad muestra que hay diferentes tipologías de familias, lo que no se puede desconocer. Con todo, la UDI no transa en sus principios. Cree en el matrimonio entre hombre y mujer, pero reconoce la realidad lateral que existe y en la necesidad de entregar un reconocimiento jurídico a los homosexuales.



-A tu juicio, ¿los parlamentarios deben votar siguiendo órdenes de partido o en conciencia?

-Siempre recuerdo en esto a Jaime Guzmán. En nuestra comisión constituyente, él fue claro en señalar que las órdenes de partido eran nefastas. Los parlamentarios de la UDI, con todo, tenemos claro que somos un partido que defiende los valores que propicia la sociedad occidental cristiana, por lo que en esto no hay problemas. En otros proyectos, no valóricos, más técnicos, podemos diferenciarnos, tener puntos de vista distintos.



-¿Cómo se vislumbra la relación con RN para este año?

-En política hay que ser realistas. Tenemos diferencias de estilo, siempre las hemos tenido, pero debe primar la unidad. El país necesita seguir siendo gobernado por la Coalición por el Cambio porque ello asegura la libertad y el desarrollo económico. Por un bien superior, tenemos que seguir mancomunadamente respetando nuestras diferencias. El patriotismo es un valor que se ha perdido y debemos actuar desinteresadamente, trabajando por un proyecto país, inspirado en principios fundamentales. En lo personal, estimo mucho a Carlos Larraín, Baldo Prokurica y a los Monckeberg y creo que debemos seguir adelante y unidos para lograr realizar el mejor gobierno.



-Eres bastante cercano a Pablo Longueira. ¿Qué pasa con él que ha desaparecido de la escena pública?

-Es un entrañable amigo y espero que reanude con más énfasis su vida pública, a la que se ha entregado por entero. Espero que este menor protagonismo sea momentáneo. Nos perdimos un gran candidato presidencial. No podemos cometer en la UDI el mismo error de la DC que fue egoísta con Chile y no nos dio a un hombre superior como era Gabriel Valdés.



-¿Es tu candidato presidencial?

-Mi gran sueño es ver a un hombre de la UDI entrando a La Moneda. Tenemos buenos candidatos y sin duda, para mí el mejor es Longueira. Pero también está la Evelyn, quien ha dicho que la UDI no la tiene en su ADN. Pero está equivocada. Lo que pasa es que en los tiempos de Jaime Guzmán, no había mujeres en el partido, pero ella es parte de nosotros. Además, está Golborne. Lo siento muy cercano, forma parte de la clase media, viene del liceo, es de Maipú, es decir tiene los rasgos de la UDI popular, de la que formo parte. Pero nuestra prioridad ahora es hacer un buen gobierno y sacar adelante los proyectos.



-¿Qué le hace falta a Piñera para convertirse en alguien más cercano?


-Creo que el presidente tiene grandes cualidades, es un hombre exitoso, bien intencionado y con muy buenas ideas. Sin embargo, pienso que debe estar menos presente y delegar más en sus ministros. La Constitución del 33 hablaba de la majestad del cargo y definía al presidente como el ciudadano que administra el Estado y es el Jefe Supremo de la Nación. Quien administra el Estado, debe delegar, no estar siempre en todas…

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