Definición de intendentes: El trampolín para las próximas presidenciales y senatoriales
El exalcalde, Francisco De la Maza, podría catapultarse como la carta de la UDI para ser el abanderado del gremialismo en 2021.
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La próxima definición de los futuros 16 intendentes regionales que adopte el presidente electo Sebastián Piñera -lo que se espera para inicios de la segunda quincena de febrero- será la última que podrá realizar la máxima autoridad del país. Y es que a partir del 2020 y luego de la aprobación de la ley, dichos cargos, que pasan a llamarse Gobernador Regional, deben ser electos democráticamente, es decir, por elección popular.
De ahí la relevancia que cobran estas nominaciones, toda vez que quienes sean designados consiguen una plataforma relevante que puede convertirse en el trampolín para lo que será la primera elección de gobernadores regionales, o para una futura aspiración senatorial -sobre todo en las regiones pares que es donde se renovarán los senadores en 2021-, como para la presidencial.
Por ello llama la atención los nombres que suenan en los pasillos de Chile Vamos de quienes apuestan a ser nominados para el cargo, como quienes derechamente han manifestado su interés por convertirse en intendentes, entre ellos la actual senadora Lily Pérez (Amplitud), quien fue derrotada en la pasada elección senatorial por la Región de Valparaíso. La parlamentaria habría declarado su intención por asumir el cargo, pero en la Región de Coquimbo, la que ya representó en el pasado en la Cámara de Diputados.
En similar condición estaría el exalcade de Las Condes, Francisco de la Maza (UDI), cuya opción de ser el próximo intendente de la Región Metropolitana -dicen en la derecha- se habría despejado tras la designación del actual presidente de RN, diputado Cristián Monckeberg, como futuro ministro de Vivienda y Urbanismo. A diferencia del edil de Puente Alto, Germán Codina (RN), quien se habría negado a renunciar a su cargo en la municipalidad, pensando en la intendencia.
Otros jefes comunales también han sido sondeados para asumir el desafío, entre ellos el alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara (RN) y su par, Rodolfo Carter (ex UDI), de La Florida.
La importancia de la definición de esta intendencia, según indica el consultor Álvaro Bellolio, está en que “la Región Metropolitana se va a transformar automáticamente en una primaria, de cara a la presidencial”, ya que “los que la ganen, al año siguiente son candidatos presidenciales de todas maneras”.
Cabe agregar que en la pasada elección presidencial, durante la segunda vuelta, votaron un millón 496 mil personas por Sebastián Piñera en la región capital, en el marco de que su victoria fue otorgada de la mano de un total de tres millones 795 mil votantes.
El analista político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, recomienda al mandatario electo que “tiene que pensar en una figura que primero esté dispuesta o con ganas de competir en la elección de gobernador regional y junto con ello pensar en si esa persona está dispuesta en ser candidato presidencial”.
De hecho, tras renunciar a postular por un nuevo período a la alcaldía de Las Condes en el 2016, De la Maza, afirmó que le “gustaría ser presidente de Chile” y que su “vocación de servicio público sigue inalterable”.
Incumbentes con ventaja
“La Nueva Mayoría pecó de tal ingenuidad, que dejó en manos de Piñera la posibilidad de competir en las elecciones de gobernadores regionales con 16 incumbentes”, agrega Morales. Un punto que refrenda Bellolio recordando que “todos los estudios que se que han hecho en Chile demuestran que las variables que más inciden en la decisión de una elección tienen que ver con la incumbencia ”.
Por ello los analistas recomiendan que en la definición de estos cargos se contemple que los eventuales nominados “también tengan ciertos antecedentes de realizar campaña”.
A esto se suma el rol de los partidos y el cómo quede dibujado el panorama para ellos, ya que según explica el analista de la Universidad de Talca, esta será para Chile Vamos la “última oportunidad en la que pueden incidir en la nominación del intendente, porque cuando se elijan de manera directa, probablemente los gobernadores regionales van a ser los que incidirán en la configuración o en la confección de las listas parlamentarias”, razón por la cual en la actual oposición esperan un mayor protagonismo.
Es más, Morales advierte que es poco recomendable que se considere para intendente alguien que haya perdido su última elección parlamentaria, ya que “con el nuevo sistema electoral, si los que ganaron ya obtuvieron pocos votos, imaginemos los que perdieron”.
Con el 40% de los votos se elegirá al gobernador regional
Tras una larga discusión en el Congreso, a fines de diciembre pasado fue aprobado el proyecto de ley que regula la elección de los futuros Gobernadores Regionales -actuales intendentes-, que además de fijar el 2020 como la fecha en que por primera vez serán electos popularmente, también estipula que será electo el candidato que obtenga, al menos, el 40 % de los sufragios validamente emitidos. Si ningún candidato alcanza dicha votación, se realizará una segunda vuelta -el cuarto domingo siguiente a la fecha de la elección-, entre los dos postulantes que hayan obtenido las más altas mayorías.
Además se indica que para que un gobernador regional pueda ser candidato a diputado o senador, deberá renunciar un año antes del respectivo comicio, al igual que ministros y subsecretarios, entre otras autoridades, que quieran ser candidatos a Gobernador Regional.