Empeora calidad de vida en la RM: 50% de la población vive en comunas consideradas de "rango inferior"
Lo Espejo, La Pintana, Pedro Aguirre Cerda, Cerro Navia y El Bosque son las peores evaluadas.
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Un drástico empeoramiento en la calidad de vida urbana en la Región Metropolitana (RM) detectó el índice anual elaborado por el Núcleo de Estudios Metropolitanos de Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica y dado a conocer hoy por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
El retroceso más preocupante, concluyó el gremio, se ve reflejado en que el 50,1% de los habitantes del Gran Santiago al 2017 vive en comunas consideradas en el rango inferior de calidad de vida urbana. De las 93 analizadas, las peores evaluadas son Lo Espejo, La Pintana, Pedro Aguirre Cerda, Cerro Navia, El Bosque, San Bernardo, Independencia, Lo Prado, Quinta Normal y Conchalí.
Le siguen Recoleta, Cerrillos, La Cisterna, Estación Central, La Granja, San Ramón, Pudahuel, Peñaflor, Renca, Puente Alto, Huechuraba y Padre Hurtado.
Del porcentaje restante, el 29% se distribuye en comunas ubicadas en el rango intermedio (Maipú, Melipilla, San Miguel, Buin, Paine, Talagante, Colina, Quilicura, La Florida, Peñalolén, Lampa y San Joaquín) y un 21% en las de rango superior (Las Condes, Vitacura, Providencia, Lo Barnechea, Ñuñoa, La Reina, Santiago, Macul).
Con todo, en términos de población, de los 2,2 millones de personas que en 2013 vivían en comunas del rango inferior de calidad de vida, dicho número escaló a 3,6 millones el presente año.
Con los datos sobre la mesa, Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC, admitió su sorpresa de que "en tan poco tiempo" haya saltado de manera tan abrupta el número de santiaguinos viviendo en comunas con los niveles más bajo de calidad urbana, considerando que en 2012 el índice era de un 31,1%.
Según su visión, este rápido aumento tuvo relación con la dinámica económica y poblacional que ocurre en el país, que impulsó el fenómeno a velocidades más allá de lo previsto.
Soluciones
Para empujar una planificación más integrada y completa, el experto recomendó cuatro elementos importantes para solucionar el problema de la calidad de vida.
En primer lugar, tener una planificación urbana adecuada. "Un tercio de las comunas (en el país) no tiene plan regulador por ejemplo", indicó.
Un segundo punto es tener mayor gobernanza municipal, donde exista una autoridad metropolitana en el caso de Santiago (electa o designada) que haga converger las políticas comunales en una política única de ciudad.
Tercero, es solucionar el problema de la infraestructura Chile. Cálculos de la Cámara apuntan a que sólo en este ítem el Estado enfrentaría un déficit para los próximos diez años de US$ 150 mil millones.
Por último, una cuarta recomendación es tener claros estándares a cumplir para las áreas urbanas, territorios, y barrios, como forma de tener una base más pareja de exigencias entre las comunas.