Pasión, convicción y perseverancia
- T+
- T-
Conozco a José Ramón desde sus tiempos de estudiante, como alumno en los cursos que yo dictaba en la Universidad de Chile, y habiéndose destacado por su interés en los temas públicos posteriormente se convirtió en un muy eficiente y entusiasta ayudante de investigación. De ahí surgió una relación profesional y de amistad que lo llevó a convertirse después en socio en la consultora Econsult, que yo había fundado pocos años antes, la que necesitaba un empuje para poder desarrollar nuevas áreas de negocio.
El entusiasmo que mostraba José Ramón por impulsar nuevos proyectos, con absoluta convicción y con una perseverancia a toda prueba, nos permitió conformar un equipo que hizo posible hacer crecer y consolidar exitosamente este emprendimiento. Fuimos socios en Econsult hasta marzo del año 2010, fecha en la que -con motivo de haber sido designado vicepresidente ejecutivo de Corfo- opté por poner término a mi participación en la sociedad.
La historia profesional de José Ramón es una historia de emprendimiento, fruto de abordar los desafíos con gran convicción, con mucha pasión y con resciliencia para enmendar rumbos cuando ha sido necesario. Si a esto se agrega el conocimiento de las distintas industrias y sectores productivos que ha adquirido durante su trayectoria, y una gran capacidad comunicacional que le permite explicar en términos sencillos materias que para el común de la población son difíciles de comprender, no cabe duda de que está plenamente capacitado para liderar una agenda enfocada en la recuperación de la capacidad de crecimiento de la economía chilena, eliminando trabas para la inversión y generando condiciones para que las ganancias de productividad jueguen nuevamente un rol preponderante como motor de desarrollo. Luego de cuatro años consecutivos de caída en la inversión, y con la productividad decayendo, el desafío es mayúsculo.
Las metas a cumplir y las tareas a desarrollar con este propósito están todas bien delineadas en el programa de gobierno que el Presidente Piñera presentó al país, y al Ministerio de Economía le va a corresponder jugar un rol esencial. Más allá de las medidas específicas que se pueda implementar, estimo que lo fundamental es no perder de vista tres cosas como marco de referencia. Primero, que el emprendimiento no es solo un asunto de más o menos puntos de crecimiento económico, sino que en esencia es un camino de libertad que les permite a las personas ir construyendo su propio futuro, y por consiguiente juega un rol importante como herramienta de inclusión. Segundo, que los nuevos emprendimientos impactan positivamente la productividad de la economía en la medida que su volumen de operación pueda ir escalando en el tiempo; es decir, no basta con crear nuevas pymes, sino que tan importante como eso es que estas empresas puedan ir creciendo en el tiempo, para lo cual su capacidad de innovar y de adaptarse al mundo digital va a ser fundamental. Y tercero, que el mayor gatillante del emprendimiento y la innovación no son los programas públicos de apoyo, sino que la existencia de mercados competitivos que hagan de la innovación una necesidad imperiosa para subsistir. Y esto se refiere no solamente a introducir mayor competencia entre los actores incumbentes en las distintas industrias, sino que muy especialmente en eliminar barreras para que los actores tradicionales puedan ser “desafiados” por nuevos emprendedores. Mucho por hacer.Pasión, convicción y perseverancia