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Patricio Zapata y la reforma a la Constitución: “Va a requerir respeto y serenidad, todo lo contrario a lo de hoy”

Subraya que para acotar “el margen de incertidumbre” todos los ciudadanos interesados en el tema conversaran “sobre en qué estamos de acuerdo”. E

Por: Angela Chávez M. | Publicado: Lunes 6 de marzo de 2017 a las 04:00 hrs.
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En medio del anuncio del gobierno del envío del proyecto que reforma el Capítulo 15 de la Constitución y que permitirá generar un nuevo texto, quien fuera el presidente del Consejo Ciudadano de Observadores, el abogado Patricio Zapata, reflexiona sobre cómo debiera enfrentarse el debate, destacando y reivindicando el resultado de los encuentros locales y los cabildos.

“Aquí se asumió que estos cabildos iban a ser dominados por patotas -no es la frase textual- o que los facilitadores iban a ser unos manipuladores, que esto era una puesta en escena donde el resultado ya estaba redactado, la Asamblea Constituyente. Le pediría a las personas que levantaron estos temores, que voy a asumir que eran de buena fe, que la próxima vez partan reconociendo que no se cumplieron ninguno de esos sombríos pronósticos, lo que demuestra que podemos hacer cosas bien hechas”, resalta.

- ¿Cuáles fueron esas cosas que no se hicieron bien y que se podrían enmendar para lo que viene?

- El principal problema con el que tropezó el proceso, desde el día uno hasta el final, fue que no logramos colocar este asunto fuera de la pelea gobierno-oposición, fue un año en que se dieron muy duro.

Lo que debiéramos hacer en un segundo capítulo, una versión 2.0, es hacer esfuerzos adicionales para que el tratamiento del tema esté un poquito más alejado de la polémica diaria contingente. No digo que no haya discusión, pero tendríamos que ser capaces que no fuera un tema de la trinchera diaria.

Le pido a esas personas que el año pasado sintieron que no había condiciones, que se sienten a reflexionar. ¿Se produjeron esos temores, hubo manipulación? No.

Entonces, si hay una segunda invitación, si el próximo Presidente de la República, sea quien sea, o si el próximo Congreso se anima a hacer un ejercicio de participación constitucional, los que sean oposición tengan la perspectiva de sumarse y lo que pasó en 2016 puede ser una tremenda inversión de buena voluntad y fe a la que echaremos mano en 2018.

- ¿Espera que el actual Congreso tenga una mejor disposición para reformar el Capítulo 15? Se trata de un año electoral...

- Yo, por lo menos, estaré entre las personas, y creo que va a haber varias, que vamos a pedir que se haga una conversación lo más lúcida, desprejuiciada, en el mismo tono y espíritu con que conversaron nuestros compatriotas. No significa que se llegue a un acuerdo, pero en una de esas se despejan algunas dudas.

Lo que quiero decir es que presentado el proyecto por el gobierno se abra una conversación donde las personas tendrán que decir si están o no de acuerdo, o por qué es bueno usar el mismo sistema para cambiar la edad para ser Fiscal Nacional que para cambiar el sistema de gobierno de presidencial a semi presidencial o reconocer a las minorías étnicas. El proyecto va a tener un muy buen efecto en la discusión porque las personas van a tener que sincerarse, aunque no lleguemos a un acuerdo ahora. Esto va a requerir unos niveles de serenidad, respeto y paciencia, monumentales, exactamente todo lo contrario de lo que abunda hoy.

- Insisto, es en año electoral y a la fecha parece que lo que menos abunda es la serenidad…

- Hay una canción de Calle 13 -aunque no comparto todas las tesis políticas del grupo- que dice: “Si quieres cambios profundos, pues empieza a caminar distinto”, qué cambio más profundo que una nueva Constitución y caminar distinto, es derechamente un tono distinto.

Lo otro que uno podría hacer es escuchar algunas de las razones que dan los adversarios del cambio constitucional y rescatar lo que los jesuitas llaman la proposición del prójimo. Algunos dicen qué sentido tiene seguir hablando del mecanismo si todavía no sabemos los cambios que se quieren proponer. Uno podría atacar esa posición y decir que es cómoda, egoísta o que, en algún sentido, es entendible.

Lo que debiéramos hacer es avanzar más en los puntos de acuerdo sobre contenidos. Esta campaña también debiera ser para que los partidos políticos dijeran: estos son los contenidos.

En ese sentido, la DC hizo en 2015 algo que tuvo un gran valor, un documento que dice lo que nos une, de 100 puntos, donde se toman definiciones sobre temas sensibles: derecho de propiedad, autonomía del Banco Central, independencia de los Tribunales de Justicia, etc.

- ¿Y de quién es resorte generar esa instancia donde se busquen esos acuerdos?

- No estoy pensando en el gobierno. Pienso que los ciudadanos interesados, los partidos políticos y los que estuvimos involucrados el año pasado, a favor o en contra, haríamos un aporte si nos juntáramos y conversáramos sobre en qué estamos de acuerdo y fuéramos a estas elecciones o a las próximas, o al plebiscito, o lo que sea, defendiendo lo que pensamos. Así, se va acotando el margen de incertidumbre, porque es la incertidumbre la que alimenta temores, tanto de buena fe, como los temores que son a mi juicio más bien armas de lucha política para defender el statu quo.

Lo más productivo que uno puede hacer, en vez de atacar, es decir despejemos los temores, trabajemos la incertidumbre, en qué las hay, sobre lo que va a pasar con el Tribunal Constitucional (TC). Yo no tengo ningún problema en decir que creo que debe haber un TC y cuando los ciudadanos hablaron en los ELAS no vi para nada la idea de rechazar un tribunal, sí vi que había mucha hambre de participación más directa y de plebiscitos, pero no vi un ánimo contra el Congreso o una presión por suprimir una de las dos cámaras.

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