El Ministerio de
Agricultura informó hoy que el país inscribió sesenta nuevas
variedades de papas, originarias del archipiélago de Chiloé, en el
sur del país, en el marco del año internacional del tubérculo.
Las nuevas variedades se suman a los más de 280 tipos de papas
nativas de la isla, que ya han sido registradas como originarias de
esa zona, a 1.132 kilómetros al sur de Santiago.
El anuncio fue hecho por la ministra de Agricultura, Marigen
Hornkohl, que encabezó este lunes actividades enmarcadas en la
celebración del Año internacional de la papa, instaurado por la
Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO).
La ministra recordó que el organismo internacional ha destacado
la importancia de la papa para la nutrición de la humanidad y sus
potencialidades para combatir el hambre.
Agregó, asimismo, que cuando los Gobiernos buscan implementar
políticas públicas que garanticen la salud y el bienestar de la
población, "la papa surge como un producto hortofrutícola que reúne
todas las condiciones para mantener una dieta equilibrada, a bajo
costo y de manera sana".
Añadió que pocos saben que el 99 por ciento de las papas del
mundo tienen algún tipo de vínculo genético con las papas
originarias de Chile.
Hornkohl recordó que su ministerio está empeñado en convertir al
país en potencia alimentaria y, que uno de los desafíos es aumentar
el consumo por cápita anual del tubérculo entre los chilenos, que se
aproxima a los 50 kilos anuales, cifra que Estados Unidos duplica.
La ministra llamó a "redescubrir este producto que es fundamental
de nuestra herencia, identidad y patrimonio cultural", dijo.
En Chile, el cultivo de la papa tiene una gran importancia, con
60 mil hectáreas sembradas anualmente, que la convierten en el
cuarto cultivo anual en superficie.