Chile vio su primer déficit comercial mensual en casi tres años, informó este jueves el Banco Central, en un mes de julio que estuvo marcado por la expansión de las importaciones y relativa estabilidad de las exportaciones, en medio de las disrupciones causadas por la guerra comercial de Estados Unidos.
El país registró un déficit comercial de US$ 62 millones el pasado mes, lo que tomó al mercado por sorpresa (la encuesta de Bloomberg estimaba un superávit de US$ 525 millones) y significa el primer déficit mensual del país desde septiembre de 2022.
Esto se debió a que las importaciones subieron 16% interanual, alcanzando los US$ 8.200 millones, mientras que las exportaciones no tuvieron cambios significativos, quedando en poco más de US$ 8.100 millones.
Dudas externas, demanda interna
El saldo de los envíos hacia el exterior se vio presionado por una caída de 3,8% interanual en los bienes industriales, que se cifraron en aproximadamente US$ 3 mil millones FOB ("Free on Board", un formato donde el vendedor cumple con su obligación de entrega una vez que la mercancía está cargada en el buque).
La minería -el segmento predominante- se estabilizó en US$ 4.600 millones, mientras que los productos del rubro agropecuario-silvícola y pesquero saltaron 12,8% a un poco menos de US$ 500 millones. A nivel de productos, concentrados y cátodos de cobre sumaron US$ 3.800 millones, seguidos de lejos por el salmón, que cayó 2,9% a cerca de US$ 440 millones.
"Desde el lado de las exportaciones vemos una manufactura débil que seguramente refleja el contexto internacional. Se están recomponiendo muchos flujos de comercio y sobre todo hay mucha incertidumbre, lo que creemos que definitivamente ha paralizado algunas inversiones de muchos países, a la espera de tener un poco más de información, y sobre todo porque hay riesgos de un menor crecimiento económico global en medio de estas tensiones comerciales y geopolíticas", dijo a DF el economista jefe de Credicorp Capital, Daniel Velandia.
También consideró muy posible que el bajo dinamismo en minería haya respondido a las compras anticipadas de cobre. Vale decir, que ya se había exportado una buena parte del mineral necesario para estos meses, previo a que el 1 de agosto entraran en vigencia los aranceles de Washington sobre el commodity. La sobreimportación se frenó en seco a fines de julio, tras conocerse que las tarifas no se aplicarían por ahora al cobre refinado.
¿Qué pasó en el caso de las importaciones? Las tres categorías principales de bienes importados vieron aumentos en el período. Los bienes intermedios subieron 9% interanual a poco menos de US$ 4.600 millones (FOB), los bienes de consumo aumentaron 14,6% a US$ 2.300 millones y los bienes de capital crecieron 33,8% a cerca de US$ 1.900 millones.
Velandia observó que "el mayor crecimiento de la demanda interna se está viendo reflejado en mayores importaciones, lo que en general es positivo, sobre todo cuando vemos tasas de crecimiento elevadas en importaciones de bienes de capital. Eso implica que la inversión está mostrando una recuperación muy probablemente atada, sobre todo, a la minería. Todo esto debería significar a futuro un mayor crecimiento económico".
Los cinco productos importados con mayores alzas fueron todos bienes de capital: calderas de vapor; buses; motores y turbinas; motores, generadores y transformadores eléctricos; y maquinaria para la minería y la construcción.
"También se da un incremento importante en las importaciones de bienes de consumo, que refleja la tendencia favorable que hemos visto en los últimos trimestres por parte del gasto de los hogares", valoró el economista de Credicorp.