En la medida que se aproxima la elección presidencial y parlamentaria, el oficialismo se ha esmerado en poner el foco en ciertos impuestos específicos que favorezcan a las ciudades puerto, como también lo hizo la candidata del sector, la comunista Jeannette Jara, en el contexto de su oferta en la carrera presidencial Así, esta semana, la Cámara de Diputados estuvo especialmente marcada por este tópico, particularmente porque no se está avanzando en una gran cantidad de proyectos.
Por un lado, se inició la discusión del proyecto de royalty portuario, que si bien a su ingreso fue destinado a la Comisión de Constitución de la Corporación, luego se decidió que fuera la de Hacienda la que comenzara su estudio. Sin urgencia, la propuesta comenzó a avanzar con la exposición ante la Comisión de Hacienda de su autor y principal promotor, el diputado Luis Cuello (PC).
El legislador argumentó que esta iniciativa beneficia a las comunas de Valparaíso y San Antonio, entre otras,
y se traducirá en que, “al año, la región pueda comprar 140 buses eléctricos o pavimentar 52 kilómetros de calles”.
Optimista por el inicio de la tramitación, Cuello adelantó que en próximas sesiones se invitará a exponer a alcaldes de ciudades puerto y a trabajadores y empresas portuarias. E instó a sus pares a “llegar a un acuerdo para que la riqueza de los puertos quede en nuestras ciudades, en nuestra región”.
Una nueva iniciativa
En paralelo, el 4 de noviembre, otro grupo de diputados oficialistas -los socialistas Daniel Manouchehri, Daniella Cicardini, Arturo Barrios, Marcos Ilabaca y Juan Santana; Javiera Morales (FA); Karol Cariola (PC) y Jaime Mulet (FRVS), ingresaron el proyecto que “modifica la Carta Fundamental para crear una tasa portuaria a beneficio municipal”, moción que también fue enviada a la Comisión de Constitución para que cumpla su primer trámite, aunque también sin urgencia.
La iniciativa de artículo único establece que “se aplicará una tasa portuaria a las empresas concesionarias y no concesionarias que operen en los puertos de Chile, de acuerdo al tipo de carga y toneladas transportadas, con exclusión del cabotaje marítimo de pasajeros”.
Acto seguido, la moción especifica que lo recaudado por concepto de esta tasa portuaria “será destinado a las arcas municipales de la comuna donde esté ubicado el puerto”.
Entre los antecedentes que sustentan esta inicia destaca el hecho de que “dadas las características de las infraestructuras y operaciones portuarias es inevitable que estas produzcan externalidades negativas en el entorno en el que se instalan”, argumentan los autores del proyecto, que detallan algunas de estas externalidades como son contaminación del agua por vertidos al mar; contaminación del aire por las emisiones de los barcos y de los vehículos de carga terrestre; contaminación acústica por el funcionamiento de la maquinaria portuaria y de los vehículos de carga; y, contaminación visual por la destrucción del borde costero.
En este escenario, subrayan la necesidad de que “los municipios puedan participar, en parte, de las ganancias que genera la actividad portuaria, como contrapartida a los efectos negativos que genera el desarrollo de la misma actividad”.