Economía y Política

Larroulet: “Lo que no acepto que se diga es que nos alejamos de nuestro ideario”

“Hemos roto el mito que la centroderecha sólo se preocupaba del crecimiento”, sostiene Larroulet mientras hoy el sector se reúne en un cónclave programático.

Por: | Publicado: Viernes 23 de noviembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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por Patricia Arancibia Clavel



Cristián Larroulet Vigneau (59) es el único ministro del área política que mantiene la misma cartera desde que Piñera llegó a La Moneda: la Secretaría General de la Presidencia. En estos casi tres años de intensa actividad, ha logrado desarrollar una gran muñeca política, articulando y negociando con eficiencia la agenda legislativa del gobierno pese a no tener mayoría en el Congreso. Hombre de convicciones profundas, ha sido un claro y permanente defensor de las ideas de su sector, las cuales ha logrado plasmar en su trabajo cotidiano con inteligencia y pragmatismo. Optimista del futuro está convencido que el ideario de la centroderecha llegó para quedarse. De eso y mucho más nos habla en esta entrevista.

- A propósito del simposio que se está desarrollando entre los centros de estudios de la centroderecha, ¿Cuáles son las ideas de este sector que están detrás de las acciones del gobierno?
- Primero, y que está en el corazón de nuestro ideario, es la idea de las oportunidades y la confianza en la capacidad emprendedora de las personas. La economía chilena ha vuelto a crecer más que la economía mundial -algo que se perdió con Bachelet-, porque hicimos una apuesta sustancial al emprendimiento, clave para explicar que pese a la crisis mundial, sigamos creciendo. Este factor -a veces inmedible- y que significa abrir la puerta a la creatividad de las personas y darle oportunidades para desarrollarse es uno de los tres pilares conceptuales de la centroderecha y explica gran parte de nuestro éxito en esta materia.

- ¿Cuál es el segundo pilar?
- La centroderecha moderna tiene un profundo sello social. Creemos en el rol subsidiario del Estado en lo social. Hemos roto el mito que la centroderecha sólo se preocupaba del crecimiento. Y en esto, un elemento distintivo de nuestro gobierno ha sido su preocupación por superar la pobreza, pero de manera muy diferente ha como lo hacía la centroizquierda: el Ingreso Ético Familiar es la antítesis del Estado de Bienestar que protege a las personas pero que desconfía de ellas. Aquí lo que estamos haciendo es crear una malla de seguridad que te tiende la mano, te apoya como Estado, pero que valora y premia tu esfuerzo personal para salir adelante.

- ¿Y en el ámbito de la institucionalidad democrática?
- Aquí hemos roto otro mito, pues hemos avanzado sustancialmente en la construcción de una institucionalidad democrática sólida. La Concertación no la implementó, no tuvo la fuerza, especialmente el gobierno de Michelle Bachelet. La inscripción automática y voto voluntario y las primarias, son dos reformas que van a mejorar la calidad de la política, al acercarla mucho más al ciudadano. Además, estamos llevando a cabo la agenda de transparencia, que está en el corazón de nuestras ideas y sacamos adelante la ley antidiscriminación. No hay que olvidar que a nosotros nos ha tocado vivir momentos sociales muy complejos, como las protestas del año 2011. Hacía muchos años que no ocurrían en esa magnitud y las enfrentamos con calma y con sentido de orden.

- Muchos han señalado que más que un gobierno de centroderecha, éste ha sido el quinto gobierno de la Concertación…
- Estoy firmemente convencido de que esta etiqueta de ser el “quinto gobierno de centroizquierda” es profundamente equivocada. Con una mirada histórica yo diría que, al revés, quien cambió su discurso programático, el de la década del ´80, fue la Concertación que en los ´90 tomó la esencia y la base de nuestras ideas: la libertad, una economía de mercado abierta al mundo, un Estado subsidiario preocupado de combatir la pobreza y asegurar el orden público, etc. A la Concertación le fue muy bien siguiendo esa línea, hasta que, a partir de las crisis del 97-98, volvió a cambiar su discurso y le comenzó a ir menos bien desde el punto de vista económico-social, lo que terminó en que los chilenos decidieran llevar a la Presidencia a Sebastián Piñera apoyado justamente por una coalición de centroderecha.

- Así y todo, las críticas más fuertes en este sentido han venido de los centros de estudios de tu sector, entre ellos de Libertad y Desarrollo (LyD) que dirigías...

- Yo discrepo del tema de fondo, que son el de los principios. Este ha sido claramente un gobierno de centro derecha. Una de sus características ha sido precisamente no ser un gobierno amorfo frente a posiciones y presiones de ciertos grupos que han sido muy fuertes, como el estudiantil. Ellos quieren, en esencia, que se acabe la educación privada, y este gobierno ha defendido sin ceder un milímetro, el concepto de una sociedad docente.

- Pero, le costó definirse…
- El presidente nunca dudó y más aún, lo que es más valioso, es que parte del deterioro de la popularidad del gobierno se debe a que no hemos cedido a populismos, manteniendo el rumbo en defensa de lo que creemos es mejor para el país. No nos hubiera costado nada llegar a un acuerdo si hubiéramos cedido, volviendo atrás y cambiando nuestro concepto de sociedad docente. Esa es la verdad. La agenda educacional que implica que los padres tengan libertad para escoger colegios para sus hijos, que exista financiamiento parejo para todos los jóvenes en la educación superior, de corregir las inequidades que habían en contra de los Centros de Educación Técnica y los Institutos Profesionales, son parte de nuestro ideario.

- ¿Y qué pasa con las críticas realizadas por LyD en el tema de las sobrerregulaciones, reforma tributaria, subida de impuestos,etc?
- Gobernar no es lo mismo que dirigir un centro de estudio y menos si se gobierna siendo minoría en el Congreso. Marcar nuestro sello social e institucional no ha sido fácil y eso no implica desconocer que hemos cometido errores en distintos frentes. Lo que yo no acepto es que se diga que nosotros nos hemos alejado de nuestro ideario. Hemos logrado establecer ante la sociedad chilena que un gobierno de centroderecha pudo retomar la senda de progreso para el país, que se equivocaron los agoreros que dijeron que el modelo está fracasado y que el gobierno con sus ideas de centroderecha ha sido capaz de avanzar de un modo significativo. En síntesis, hemos recuperado la capacidad de crecimiento de la economía como se prometió, hemos mostrado nuestra sensibilidad social con una agenda potente en esa área y hemos fortalecido el sentido institucional con leyes que dan más espacios al ciudadano.

- Volviendo a la crítica en cuanto al tema tributario, impuestos, regulaciones…
- El tema tributario no es un tema de principios. Creemos en un Estado que no tiene que ser sobrerregulador, y si se analiza bien, es cierto que subimos impuestos para enfrentar una crisis como el terremoto, pero también se los hemos bajado en montos significativos a las personas, a los emprendedores. En materia de regulación, te cuento una anécdota. Mi primer trabajo periodístico fue en la década del ´70, cuando se instalaba la economía de mercado y con Joaquín Lavín teníamos un programa en la radio Colo Colo, que se llamaba “Parando la olla”, dedicado especialmente a la defensa del consumidor, parte esencial de nuestro ideario desde esos tiempos. Nosotros no somos un grupo pro empresa, nuestro ideario es ser pro mercado, y si hay un sello reconocido de este gobierno es efectivamente nuestra preocupación por los consumidores. Faltaba un gobierno de centroderecha para darle un sello fuerte a la economía de mercado.

- Se les ha criticado -desde la oposición- su incapacidad para dialogar…
- Somos un gobierno que ha creado instituciones que perfeccionan la política y el rol social del Estado, y que ha demostrado tolerancia, apertura y gran capacidad de diálogo. Si no fuera así, no habríamos aprobado la cantidad de leyes que hoy son realidad. Por más que la Concertación trate de armar una figura distinta, tenemos un fuerte espíritu dialogante y lo demuestra el hecho que, sin contar con mayoría en el Congreso, la agenda legislativa del gobierno ha avanzado sin tregua.



- ¿Y queda algo de Tantauco?


- Están los centenares de jóvenes que trabajaron en nuestro programa y hoy están en roles de coordinación y apoyo -sacándose la mugre- en distintos ministerios. Ellos han ayudado a hacer realidad lo que prometimos: la rebaja del 7% a los pensionados, el postnatal, las bodas de oro, la inscripción automática, el voto voluntario, y gran parte de las leyes que hemos impulsado y aprobado.

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